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Los fantasmas del pasado, aquellos que pintaban a Chris Brown como un hombre violento, vuelven a repetirse. En 2012, quien lo sufrió en sus carnes fue Rihanna, su pareja por aquel entonces. Chris tuvo que cumplir con una orden de alejamiento y tuvo que pagar una condena penal.
Ahora es Mike G., su exmanager, quien asegura que el mes pasado fue agredido a puñetazos en la cabeza y el cuello por el rapero, como consecuencia de los cuales tuvo que pasar por el hospital.
"Hicimos todo lo que pudimos para resolver esto de manera privada y así evitar daños a la imagen de Chris Brown", relata ahora Mike, explicando que "Lamentablemente, como lo resume la querella, ha probado ser su propio peor enemigo".
En la demanda, además, explica que, en vez de mostrarse arrepentido, se pavoneó en las redes sociales y delante de sus amigos de haberle agredido.