Historias, pecados y anécdotas del Florida Park

Hace ya tiempo que el Florida Park cerró sus puertas. Fue el fin de la mítica sala de fiestas, restaurante y discoteca enclavada en pleno Parque del Buen Retiro. Pero ahora resurge como Florida Retiro, una nueva vuelta de tuerca a la historia de un lugar que fue el icono de las noches de un Madrid que hablaba en voz bajita para compartir los secretos de cuanto ocurría allí, porque allí fue donde ocurrió todo hasta hace muy poco. Los tiempos cambian y ahora le llega la renovación al Florida, que ya dispone de una concesión municipal para los próximos 25 años. Lo que no se ha tocado es la emblemática cúpula, la fachada de La Casa del Contrabandista y la noria de sangre del siglo XVII que se encontró en unas obras a algunos metros del suelo.

Repasando la historia del Florida Park y para qué se ha utilizado desde 1814, llama la atención que su primera actividad fue la de capilla y más tarde se convirtió en galería de caza para los reyes. Tras unas obras de restauración, f ue balneario y finalmente se dedicó a sala de eventos sociales para terminar como sala de fiestas con discoteca y restaurante, que es como se ha conservado hasta nuestros días cuando la piqueta ha entrado de nuevo para que resurja este lugar emblemático.

El 15 de junio de 1977, un camarero, avisado discretamente por su inmediato superior, se acercó a una de las más famosas cantantes de este país para cambiar su posición en el Florida, desde la que estaba horrorizada escuchando como otra de las más famosas cantantes de este país hablaba muy mal de ella en otro rincón del local.

El motivo de tal curiosidad es que la sala arquitectónicamente dispone de una cúpula con una simetría tan perfecta que permite una acústica especial, por lo que se oye en un rincón lo que se habla en otro. Ese día fue la jornada electoral de los primeros comicios libres que se celebraron en España después de más de 40 años y Julio Iglesias, Manolo Escobar, Karina, el Trío Acuario, Lussón y Codeso, Bigote Arrocet, Isabel Pantoja, Rocío Jurado y Susana Estrada actuaron en el escenario de la mítica sala desde donde TVE retransmitía el programa Esta noche fiesta a todo el país a la espera de los resultados electorales.

En 2013, el Florida Park cerró sus puertas después de recibir un merecido homenaje al celebrar allí el 50 cumpleaños de la cantante Alaska, último acto con el que el mundo de los famosos se despidió del local donde muchos alcanzaron la fama

El 26 de abril de 1977, un joven delgado, con discreta melena y todo vestido de azul, subió al escenario y dejó con la boca abierta a sus padres, presentes entre el público, que no sabían que su hijo de 21 años, Miguel Bosé, cantaba. Y Miguel Bosé cantó 'Linda' y ahí comenzó su carrera. Quizá lo que entonces desconocía el cantante es que su padre, Luis Miguel Dominguín, algunos años antes compartió mesa en ese mismo lugar con Ava Gardner, antes de perderse juntos en un hotel de la Castellana para mayor dolor de Frank Sinatra, que llegó a sufrir una crisis de celos que le obligó a abandonar un rodaje y presentarse en Madrid.

Los celos también provocaron un susto mientras se retransmitía en directo desde el Florida Park el programa que realizaba Fernando Navarrete y que presentaba José María Íñigo. En mitad de una actuación, se armó un revuelo entre las mesas del público que puso en alerta al presentador. Íñigo salió del paso con la profesionalidad que le caracteriza y Navarrete evitó que se captaran las imágenes de lo que estaba ocurriendo. Más tarde se supo que un telespectador había descubierto desde su casa, viendo el programa, que su pareja estaba con otro caballero y ambos se mostraban muy cariñosos en el local a la vista de toda España. El marido celoso se presentó allí, consiguió saltarse todas las medidas de seguridad y llegar hasta la mesa donde estaba su pareja, que se llevó un buen susto al igual que el resto del país.

Cuenta la leyenda que en las puertas de esta sala se han negociado duelos entre caballeros por una dama y que algunas damas se han tirado de los peinados por un conocido galán que a todas prometía y con ninguna cumplía.

Hay historias, pecados y anécdotas vividas en el Florida que se conocen y otras que pertenecen a la Historia, con mayúscula. Nadie ha contado lo que sucedió entre las paredes de la referida sala persa en 1814, cuando Fernando VII encargó su construcción y se la cedió a su hija Isabel II, quien, dicen, usó el lugar para encontrarse y divertirse con sus amigos. Antonio Gala, por sus conocimientos históricos, hubiera querido ser testigo de aquellos encuentros, pero el escritor seguramente ha vivido también anécdotas muy divertidas allí, ya que durante algunos años tuvo un rincón fijo en la sala. Íñigo fue, sin querer, quien puso de moda en toda España el local con el programa 'Martes noche, fiesta', que luego pasó a llamarse 'Esta noche fiesta'.

La prensa del corazón buscaba las noticias en el Florida. Agustín Trialasos y Antonio Cuenca eran los reporteros estrellas de aquellos años y me relatan ahora un episodio de aquella época. “Nosotros cubríamos todo lo que acontecía en el local. Una noche habíamos quedado con Marujita Díaz en su camerino, pero nos adelantamos a la hora exacta a la que nos habíamos citado con ella y, al abrir la puerta, nos encontramos con una imagen que hasta ese momento jamás se había visto de la artista: absolutamente calva excepto algunos mechones y con la peluca en la mano. Antonio llegó a disparar una fotografía aunque luego nunca quisimos publicarlapor respeto”, dice Trialasos.

Si bien al Florida Park se le recordarásiempre por haber sido el lugar desde el que se retransmitía 'Esta noche fiesta' en los setenta, quizá haya quien no sepa que también se emitía desde ese mismo local 'Viva el espectáculo' ya en plenos años 90. El momento más recordado de ese programa fue el sorprendente dueto que ofrecieron la soprano Montserrat Caballé y Concha Velasco.

En la retina de cualquier telespectador ha quedado grabada la enorme lámpara de araña que aparecía sobre el escenario del Florida Park cuando TVE retransmitía desde allí sus galas. Esa lámpara la colocó Joan Manuel Serrat en el periodo en el que gestionó la sala junto al Duo Dinámico. La lámpara pesa más de una tonelada y, según dicen, servía de contrapeso para que no saliera el techo volando, ya que antes se había vivido alguna situación en la que se temió que ocurriera ese desagradable accidente.

José María Íñigo guarda recuerdos muy vividos del Florida Park, escenas que forman ya partedel acerbo cultural de los telespectadores de la transición. La anécdota más sobresaliente fue aquella actuación de Lola Flores durante la que se dio cuenta de que se le había perdido un pendiente y paró en seco el tema para ponerse a buscarlo por todo el escenario como loca.

El presentador sudaba, el público asistente no sabía lo que estaba pasando y por fin Lola lo contó en absoluto directo: "Perdón, pero se me ha caído un pendiente en oro. Bueno, ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó. Muchas gracias de todo corazón, pero el pendiente, Iñigo, no lo quiero perder, eh, por favor", advertía la Faraona con su genio característico al presentador. Unos días más tarde apareció y se lo devolvieron. Aunque hay otra versión que cuenta que esos pendientes fueron un regalo muy personal de Mario Moreno ‘Cantinflas’ a nuestra recordada Faraona para disgusto de otra folclórica a la que el mexicano también rondaba.

Bajo la supervisión del televisivo chef Pepe Rodríguez, el Florida Retiro ofrecerá, a partir de agosto, varios espacios culinarios dirigidos por Joaquín Felipe y de cuya decoración se ha encargado Pascua Ortega.

El Pabellón es un restaurante a la carta; La Galería, una zona de tapas y raciones; El Mercado incluye La Jacinta (cucuruchos de ‘pescaíto’), La Casita del Pescado (mariscos), La Casa de Fieras (todo al ‘grill’), El Estanque (bebidas), La Alcachofa (ensaladas), La Bellota (charcutería y quesos) y La Gloriosa (pinchos sofisticados). Aunque esta apuesta por la gastronomía no pasará por alto lo que durante décadas fue su auténtico espíritu, el de una sala de fiestas con espectáculos y actuaciones en vivo de todo tipo: jazz, flamenco, 'music hall', cabaret... En total, 1.800 metros cuadrados que resurgen desde la historia para recuperar un espacio con más de 200 años que languidecía desde su cierre en 2013.