"La gente ve a una persona identificada con el fútbol que comunica cosas de lo que siente por el fútbol. Pero no me conoce. En parte porque soy reacio a las redes sociales, donde siempre se termina desnudando la personalidad de los que participan. Y también porque soy celoso de mi intimidad, que no tiene por qué ser pública". Estas palabras son del propio Cholo Simeone –46 años– en la autobiografía que acaba de publicar, 'Creer' (Editorial Planeta).
Una obra en la que el argentino, efectivamente, habla de su vida ligada al balompié, pero en la que da una serie de pinceladas sobre sí mismo que, quizá, el hincha no se había parado a observar.
El entrenador del Atlético de Madrid, además de por el lanzamiento de este libro, es actualidad porque acaba de convertirse en padre. El pasado jueves 29 nació Francesca, el primer bebé de Simeone con su actual pareja, la modelo Carla Pereyra, y el cuarto en total, después de los tres hijos que tuvo durante su vida en común con Carolina Baldini –estuvieron juntos dos décadas–. Y sí, aunque sea reacio a las redes, ha sido él mismo quien ha mostrado la primera imagen de la niña.
Quizá porque, como reflexiona en Creer, cuando "nace un hijo el jugador ya no es futbolista, es padre". Esa es la parte de la que se lamenta. "Cuando nació mi primer hijo, estaba concentrado y no fui a su nacimiento. Todavía me duele". asegura. Esta vez no le ocurrió lo mismo: el parto fue programado. Y añade: «Estar lejos de mis hijos es la parte más difícil de ser entrenador del Atlético».
Aunque sin duda, lo que más sorprende de sus confesiones, entre vivencias deportivas y de liderazgo, es la definición que de sí mismo realiza. Porque ahí donde le ven, con todo el carácter que demuestra desde la banda, es una persona solitaria. "Soy así como persona: cerrado, hermético. No tengo muchos amigos, pero al mismo tiempo soy extrovertido (…) Siempre fui una persona solitaria". Y ahí es donde radica el éxito de Diego Pablo como persona –que no personaje, ya que él jamás se consideró así–: en haber sabido gene r ar un halo de misterio o lo que él llama "enigma".
Un enigma que le ha convertido en uno de los técnicos más cotizados e idolatrados… a pesar de que a él le gusta marcar distancia.
Simeone es una mezcla entre la energía positiva de su madre, a la que no puede "hablar de fútbol, porque le aburre un poco", y de su padre, que tiene un espíritu práctico y crítico con su trabajo. Pero también buena culpa de lo que es hoy la tiene su abuela, quien le "inculcó la idea del orden".
Sin hablar de la pelota y sus reglas, sus raíces han sido esenciales para configurar su personalidad y su capacidad de liderazgo, a pesar de que advierte, una y otra vez, que "al líder lo eligen quienes lo rodean y es imposible hacerse con ese lugar sin esa elección". Todos estos valores son los que trata que calen, aun en la distancia, en sus tres hijos mayores, todos ellos futbolistas: Giovanni (21), Gianluca (18) y Giuliano (14), fruto de su matrimonio con Carolina Baldini. Y los mismos que, desde hace semana y media, tratará que rijan la vida de su pequeña Francesca.
"Siento que mi amor con Simeone es para toda la vida". Así lo confesó Pereyra, en febrero de 2015, en una entrevista con 'Corazón'. La modelo argentina comenzó la relación con el entrenador a principios de 2014 y, en un primer momento, la prensa no apostaba por ellos. Sin embargo, acaban de iniciar un proyecto familiar que ella, en aquel entonces, ya tenía claro: "Con otras parejas que he tenido sabía que no había un futuro, siempre veía pegas".
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20 de enero-18 de febrero
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