Tyson Gay junto a su hija, fallecida este fin de semana en un tiroteo. /
El velocista olímpico norteamericano Tyson Gay está viviendo el peor momento de su vida. Este fin de semana su hija de 15 años, Trinity, se encontraba en un restaurante en Lexington, Kentucky, cuando se vio en medio de un tiroteo.
La menor de edad estaba en el aparcamiento del restaurante Cook Out cuando una bala impactó en su cuello al verse involucrada entre el fuego cruzado de dos coches alrededor de las cuatro de la mañana del domingo.
El propio Tyson explicó en la televisión que, a pesar de que los servicios médicos habían intentado salvarle la vida, no había sido posible. "No ha podido salir de esta. Es una locura, estoy tan confundido. Había estado justo allí la semana pasada por las vacaciones de otoño. Es tan loco".
La vida de la joven, que ya había comenzado su carrera como velocista siguiendo los pasos de su padre, se apagó casi de inmediato por culpa de la ola de violencia que ya dura varios meses en Estados Unidos.