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Hace unos diez días les contábamos cómo Kanye West había tenido que ser hospitalizado por una crisis nerviosa que puso en alerta a su entorno cercano y a las autoridades sanitarias que acudieron a su domicilio.
Este fin de semana el rapero, al que se le diagnosticó una "psicosis temporal", era dado de alta y su mujer decidió recibirle con una fiesta íntima para que se sintiera arropado por su familias tras el mal trago pasado la última semana.
Era la revista 'US Weekly' la que adegurtaba que el cantante iba a abandonar el centro hospitalario UCLA de Los Ángeles, aunque se desconoce si deberá seguir algún tipo de tratamiento o ya han controlado esa crisis que dio un susto más al clan más famoso de Estados Unidos en estos momentos complicados para ellos.
Lo cierto es que, desde que el pasado mes de octubre Kim fuese atracada en París, nada ha vuelto a ser lo mismo en su familia. Y parece que esto está pasando factura a varios de sus miembros.
Quizá necesiten esa desintoxicación digital a la que ya se está sometiendo Kendall Jenner.
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