celebrities
celebrities
Con gafas de sol y una ronquera más propia de Joaquín Sabina que de una ‘chica de la Cruz Roja’, Concha Velasco ejerció de madrina del Premio Gaes al Abuelo del Año –en colaboración con la Fundación Edad&Vida–.
Un encargo que aceptó porque "sobre todo soy abuela". La actriz, que hace unas semanas cumplió 77 años, hizo el esfuerzo de asistir, a pesar de la fiebre y de que su presencia en esta cita iba a suponer que se perdiera la función de Navidad de su nieto. "Hace de Felipe II, porque como yo estoy haciendo de la Reina Juana y él era su nieto, lo ha elegido por eso", explicaba divertida.
Sin perder ese tono confesaba que su nieto, Samuel, siempre dice que tiene "una abuela guapa, que soy yo, y una abuela normal y corriente". Y añadía: "Voy a hacer una confesión: yo soy una abuela mucho más normal y corriente que la abuela normal y corriente".
Tanto que hay ciertas situaciones a las que sería reticente si no fuera por Samuel: "Hay cosas que hago solo por mi nieto. Este verano, estaba en la piscina con él e iba pensando en que me estaban retratando y yo no quería, por la vanidad del artista… Una, que acaba de cumplir 77 años, ya no es lo que era. Y me dijo: ‘Abuela, ¿no te vas a meter en la piscina conmigo? ¿Dónde vas con pantalones?’. Y pensé: ‘'ues venga, me meto'. Al salir seguía pensando en que iba a salir retratada, como luego me vi en las revistas. Pero, como digo, por mi nieto soy capaz de salir en traje de baño a mi edad".
Como el pequeño no estaba en el acto, costó que se quitara las gafas de sol "porque no me he pintado". Ya saben, la coquetería ante todo.
Concha Velasco: 'Quiero no tener que mirar atrás para ser feliz'
Concha Velasco, operada de nuevo: esta vez de una hernia
Concha Velasco: 73 años en 25 películas