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A Robbie Williams puede salirle muy caro en términos de popularidad y cariño del público el gesto que tuvo el pasado 1 de enero durante un concierto que fue emitido por le BBC.
El cantante se acercó a sus seguidores en un momento deterninado del 'show' y chocó su palma contra la de varios incondicionales que estaban disfrutando con la música de su ídolo.
Un buen gesto para comenzar el año, si no fuera porque, acto seguido, cogió un bote de gel antibacteriano y se limpió las manos poniendo cara de asco. Con tan mala suerte que hubo una cámara que lo captó y quedó en evidencia delante de la audiencia.
De manera instantánea las redes sociales hiervieron y dejaron muestra de que, de ahora en adelante, Williams lo va a tener complicado.
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