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Fue uno de los grandes momentos de la noche. Sobre el escencario del Dolby Theatre aparecían Shirley MacLaine y Charlize Theron. Ellas eran las encargadas de hacer entrega del Oscar a la Mejor película de habla no inglesa.
El premio recayó en la cinta iraní 'El viajante', que venía con polémica incluida, ya que el director, Asghar Farhadi, decidió no acudir a Los Ángeles como medida de boicot a la política migratoria de Donald Trump.
En su país estuvieron muy pendientes del discurso pronunciado por una de las dos personas que envió Asghar en su nombre por si ganaba la estatuilla como, finalmente, pasó. La encargada de hacer llegar uss palabras al público fue la inginiera y astonauta Anousheh Ansari.
"Mi ausencia es por respeto a la gente de mi país y a aquellos de las otras seis naciones a quienes se les ha faltado al respeto por la inhumana ley que prohíbe la entrada de inmigrantes a Estados Unidos", dijo.
"Los cineastas pueden usar sus cámaras para capturar cualidades humanas compartidas y romper estereotipos de las varias nacionalidades y religiones", agregó. Ellos crean empatía entre nosotros y los otros. Una empatía que hoy necesitamos más que nunca", añadió.
Y mientras todo esto estaba sucediendo sobre el escenario, el público de su país estaba viendo una realidad distorsionada. Concretamente en el escote y los brazos de Charlize. La televisión iraní decidió que la actriz iba demasiado descocada para sus principios morales y, con Photoshop, tapó esa zona.
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