En esto de la crónica social a, la que llegué por casualidad y siempre me parece que estoy pisando de puntillas y de paso, ya son dos décadas vividas y compartidas que dan para contar y contar. Y en todo este tiempo, muchos compañeros periodistas me han solido preguntar si tengo algún artista favorito del que me guste tratar en el programa. Sí es cierto que alguno nos roba el corazón por su cercanía y su manera de gestionar su vida, sin darse importancia y con la grandeza de los humildes.
De ellos os hablaré en otra ocasión, que aun quedan unas semanas para la celebración de ese aniversario. Pero sí quiero hacerle un homenaje –qué digo homenaje, ponerle un altar– si él me lo permite, a un músico poeta y maestro de vida que sobre todo es humano.
No es un habitual en nuestra emisión diaria, pero últimamente al estar de promoción con su último trabajo, libro y disco ya que él puede, nos ha dejado conocerle un poco más, para deleite de todos los que amamos esto de las emociones y la sensibilidad artística. No hace falta ponerse el disfraz de súper estrella para brillar como lo hace Pau Donés, porque con la honestidad, sobre todo con uno mismo, se iluminan las almas más sombrías. Para muchos, su Jarabe de Palo se convirtió en pócima curativa de buenos ratos hace más de 20 años y parece que tenía ganas de devolver a la vida todo lo que le ha dado. Ahora nos regala la versión más integral de sí mismo, como si fuera en sintonía con todo lo que ha vivido en estos últimos tiempos.
Siempre digo que la vulnerabilidad nos hace grandes, y ver a Pau mostrándose muy fuerte en bata de hospital por los pasillos, paseando su percha suero o lo que hubiera en esa bolsa, cual can fiel y con una sonrisa, me emocionaron lo suficiente para tomarme una dosis de su optimismo. "¿Enfermo? ¡De vida!", pensé yo cuando le vi hablarnos así de decidido.
Ni trampa ni cartón. Gira cancelada, fuera lástimas y a luchar con plantitas y medicina tradicional efectivas. Y a reconocer que toca pelear. Al pan, pan. O lo que es lo mismo, ¡al Pau, Pau! Apareció como es él, como diría Kurt Cobain en Come as you are. Y cuando la larga e intensa batalla había pasado, en la mitad de la calma activa de retomar todo lo dejado, el ‘bicho’ le recuerda que las batallas más duras se les dan a los mejores guerreros. Y Pau vuelve a sonreír y mostrarse transparente para que lo que sucede, convenga y todo sea para bien. Sin dar tregua al abatimiento , vuelta a la trinchera.
Me volví a quedar con el aliento contenido hasta que le vi con su libro y su disco. 'Cincuenta palos'. Más que eso da la vida y nos enseña que uno se levanta y sigue dándole duro casi por inercia, por rebeldía, por sentirse vivo y, porque si no, no sería Pau.
Acordes al desnudo de un trovador que no pretende más que emocionar y compartir. Una suerte que te haya tocado a ti poner música y letra al por qué de este fugaz paseo que toma sentido cuando lo cantas. Gracias por esos ‘dones’ que nos regalas.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?