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Hay quien se va a Las Vegas para casarse vestido de Elvis o de Marilyn, y quien se queda mucho más cerca, en Yunclillos, provincia de Toledo, para que ejerza como maestro de ceremonias de un día tan especial uno de los rostros más populares de la televisión: Kiko Hernández.
Esa es la posibilidad que, desde el año pasado, ofrece la Finca Quinta los Rosales y que ahora el colaborador ha retomado después del tiempo que ha pasado cuidando a sus hijas en España y en Estados Unidos, donde fue a buscar a Abril y Jimena, la mellizas que ha tenido mediante un vientre de alquiler. Conviene aclarar, eso sí, que la ceremonia no tiene ninguna validez legal.
El paso por la casa de 'Gran Hermano', de momento, no otorga esos poderes. Los novios, por lo tanto, deben ir casados antes para luego darse el ‘sí, quiero’ de mentirijilla, o por segunda vez, frente al popular personaje y todos los invitados. Kiko, según puede verse en los vídeos colgados en la web de la finca, ejerce su labor contenido, con la seriedad que exige la ocasión y sin pronunciar esa palabra que hace temblar a tantos famosos: "¡Bomba!", con la que suele anunciar sus exclusivas.
Los novios pueden estar tranquilos, sus más turbios secretos no serán revelados ese día mientras paguen los 700 euros que cuesta que Kiko Hernández oficie la ceremonia –350 cuando hay promoción–. Un precio al que hay que añadir los habituales de una boda de estas características, empezando por el banquete con hasta diez menús para elegir y que van desde 84 a 105 euros por cabeza y sin el 10% de IVA.
Desde que en 2002 participara en la tercera edición de 'Gran Hermano' (Telecinco), Hernández, con fama de tacaño entre sus compañeros y los telespectadores, se ha convertido en una fabulosa máquina de hacer dinero. No solo ha sido uno de los pocos concursantes capaces de encontrar un hueco en la televisión, sino también en otros medios de comunicación y otros campos, como esta original iniciativa de oficiar bodas.
Según publicó hace unos meses el portal Cotilleo.es, sus ingresos anuales estarían en torno a los 300.000€. De ellos, 200.000 vendrían de la televisión, ya que es el segundo colaborador mejor pagado de 'Sálvame', solo detrás de Belén Esteban. Aunque este año se ha encontrado con un importante gasto extra: sus mellizas. El coste de todo el proceso se situaría en unos 140.000 euros, entre el dinero pagado a la madre biológica, los viajes, el papeleo, etc.
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