Hasta el inicio del Festival de Eurovisión, Italia partía como favorita. Los 113 millones de visualizaciones de videoclip 'Occidentali’s Karma' había batido todos los récords. Francesco Gabbani y su baile con el gorila habían conquistado el corazón no sólo de los eurofans sino, también, del público en general. Sin embargo, en los ensayos previos, el globo parecía desinflarse: el cantante, que por cierto había confesado su homosexualidad días antes para regocijo de la audiencia de Eurovisión, no parecía especialmente entregado: la multicolor puesta en escena, confusa y algo pobre según los críticos, no ayudaba a resaltar el pegadizo estribillo de una canción que tiene en su facilona coreografía uno de sus fuertes atractivos.
Pero entonces llegaron las semifinales y todo se complicó para Italia, algo que –por otra parte– le da más emoción al concurso.
La balada 'Amar pelos dois', de Salvador Sobral arrasó el martes. Portugal presentaba una composición de fuerte carga emocional, con una sencilla puesta en escena concebida para empequeñecer el escenario de Kiev y centrar todas las miradas en su representante. De hecho, la única acción ocurre entre el público, que porta linternas y móviles para sembrar de estrellas la noche ucraniana en la que Portugal ofrece el corazón de su cantante como ofrenda. Salvador acudió con su hermana, compositora de un tema que encajaría como un guante en la versión portuguesa de 'LaLaLand', y durante la votación ambos regalaron al público divertidas caras que alimentaron de ‘memes’ y ‘gifs’ las redes sociales.
El vuelco, sin embargo, duró poco. El jueves le tocó el turno a Bulgaria, con el primer cantante de la historia del certamen nacido en el año 2000. A sus 17 años, Kristian Kostov llena el escenario sin músicos ni coro, solo con una voz que hace de 'Beautiful Mess' una potente balada pop que igual seduce a las fans de Justin Bieber como a los eurofans más clásicos. Una puesta en escena moderna, en blanco y negro, con sencillos efectos incrustados en pantalla (como trazos hechos a lápiz, el estilo del juego realizado por Suecia en 2015 y que, recordemos, llevó a Màns Zelmerlöw la victoria).
Conviene destacar las ‘tapadas’, candidatas que pueden dar la sorpresa, tal vez no tanto como ganar el festival, pero sí al alcanzar el deseado Top 5: Moldavia, un tema alegre y pegadizo en el que las coristas aparecen vestidas de novia, ramo de flores incluido; Israel, canción pop muy bailable con un cantante que luce músculo y caiditas de ojo en primer plano para seducir al personal, ya sea hombre o mujer; Rumanía, que mezcla rap y jodeln –estilo tirolés– en una combinación original con puesta en escena que funciona como un cañón, en sentido literal, ya verán, ya…
La final de Eurovisión dará comienzo esta noche a las 21.00 h. y se podrá seguir en directo por La 1 de TVE.
Manel Navarro: “Mis canciones favoritas son las de Suecia y Moldavia”
Todo listo para Eurovisión 2017, ¿quién ganará?
Los 20 momentos que resumen Eurovisión 2016
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?