Cuando Javier Ajenjo se embarcó hace dos décadas en la aventura de organizar un festival de música en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, muchos le tacharon de loco. Bendita locura… Gracias a su empeño junto al de la organización Art de Troya, desde entonces podemos disfrutar de Sonorama Ribera, que cada año va superando sus expectativas evolucionando al ritmo de los tiempos. Ahora la etiqueta de ‘indi’ se le queda pequeña, al igual que las instalaciones.
En su vigésima edición, Sonorama Ribera ha batido su récord de público con 25.000 personas al día entre los asistentes a los escenarios del recinto, ‘camping’ y centro de Aranda de Duero. Y es que este festival reúne todos los ingredientes para triunfar: buena música, buena gente y buenos manjares regados con buen vino. “Dame cordero y llámame hipster” era uno de los lemas que podía leerse en las camisetas de los festivaleros. Sin duda Sonorama Ribera ha conseguido el maridaje perfecto entre la gastronomía y la música, tal y como señalaron los componentes de Amaral durante la rueda de prensa inaugural que tuvo lugar en el Ayuntamiento.
El dúo zaragozano estuvo entre los 250 artistas que actuaron en esta 20ª edición que apostó por la música nacional con grandes nombres, como Loquillo, Lori Meyers, Leiva, Iván Ferreiro, Xoel López, Fangoria, Niños mutantes, Coque Malla, Los Ilegales, Shinova, Sidonie, el Langui, Camela y Santiago Auserón acompañado por los Sexy Sadie.
Un gran cajón de sastre con diversos estilos musicales en el que también hubo sorpresas, como las actuaciones del grupo Izal, Arizona Baby, León Benavente y Sidonie, en la popular plaza del Trigo, o los Planetas, que conformaron la tarta del 20 cumpleaños en el recinto del festival.
Pero sí, como dicen, "la vida es lo que pasa entre Sonorama y Sonorama", prepárense para el próximo con Julio Iglesias -Dios mediante- como cabeza de cartel. No te lo vas a perder y lo sabes…
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