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El 16 de noviembre de 2016 se celebraban los Prix de la Moda de Marie Claire. En medio de su 'photocall' irrumpía una Tamara Falcó que llamó sobremanera a atención. No era por su vestido. Tampoco por ninguno de sus complementos. Se trataba de un aumento de peso más que notable.
Ella misma explicó -ese día y hasta la saciedad- que se debía a un problema médico que le habían detectado. Y que, a pesar de que lo importante es la esencia que cada cual traiga de serie en su interior, se iba a cuidar.
Ha pasado un año. Este miércoles, Tamara se ponía delante de la prensa en el mismo escenario... y con la figura con la que la recordábamos de antes de aquel día que explicó al mundo que necesitaba tratamiento y ejercicio, recuperada.
La hija de Isabel Preysler ha trabajado durante un año y volvía a ser el centro de atención por el motivo contrario al que lo fuera un año atrás. Nadie se inventa nada: arriba tienen las dos imágenes con la comparativa.
Al margen de su imagen, Tamara dio alguno -pero escueto y de refilón- de los detalles de la boda de su hermana Ana Boyer con Fernando Verdasco. Por ejemplo, que, por supuesto, Mario Vargas Llosa acompañará a su madre.
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