Los hombres que conquistaron a la condesa de Romanones

La aristócrata y ex espía americana Aline Griffith Dexter, falleció este lunes a los 90 años. Entró a formar parte de la aristocracia española al casarse con Luis de Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno, en aquel momento conde de Quintanilla, pero no fue el único hombre en su vida.

Desembarcó en España como agente de la O.S.S., germen de la actual CIA, para ejercer como espía durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era descubrir al agente Heinrich Himmler y asegurar el éxito de la segunda invación aliada en Europa, que se realizaría por el sr de Francia. Operaba bajo el título de 'Tigre'.

Durante sus primeras operaciones, Aline coincidió con Edmundo Lassalle, un mexicano que ejercía como espía americano y que oficialmente representaba a Walt Disney en España, que se convirtió en su mayor apoyo. Pasaban juntos largas jornadas en las que acudían a los toros y allí conoció a su primer admirador: Juanito Belmonte, hijo del torero el Pasmo de Triana, que intentó cortejar a la espía con flores. Sin embargo, fue Luis Figueroa y Pérez de Guzmán el Bueno, nieto del que fuera I conde de Romanones y ministro de Alfonso XIII, quien terminó llevándola al altar y con quien tuvo tres hijos.

La pareja se conoció en una fiesta previa a una entrega de unos premios de golf en el Club de Campo de Puerta de Hierro. Después, se casaron y vivieron juntos su amor entre fiestas y cacerías. Príncipes e integrantes de la aristocracia mundial acudían a su residencia o a su adorada finca extremeña de Pascualete. Entre sus amigos, aparecen nombres como Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, Lola Flores, Orson Welles, Audrey Hepburn y Mel Ferrer, los duques de Windsor, Richard Nixon, Ronald Reagan y Jackie Kennedy.

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