Luis Cobos: "Metí en las casas la orquesta sinfónica"

Corazón Es la primera vez que veo unas gatas de esta raza. Son bellas. Luis Cobos Lo son. El papá de Noa ha sido campeón mundial, pero nosotros no hemos querido nunca exhibirlas ni llevarlas a concursos. Tienen su sitio en la casa, nos enamoramos de ellas, nada más verlas. Esta raza es una mezcla entre persa, birmano y siamés. Tienen un carácter maravilloso.

C. Me ha contado su esposa, Patricia, que el cariño está repartido. L.C. (Sonrisas) Noa tiene debilidad por mí, donde esté yo, está ella. Al principio era más de Patricia, pero cuando llegó Audrey, debió pensar: "Me voy a agarrar a mi papi". Me hace muchas gracias, pone las manitas que parece que baila sevillanas y toca las castañuelas... Le gusta la música, se mueve por el teclado del piano.

C. ¿Por qué Audrey? L.C. Le pusimos Audrey en honor a la actriz Audrey Hepburn. Es mucho más simpática que Noa, tiene cinco o seis juguetes desde hace años nuevos: no los toca, solo los transporta. Tiene un osito y una jirafita que le regalé yo y cuando miramos la información, nos dimos cuenta de que tienen la misma fecha de nacimiento que ella. Cuando Audrey nos trae los juguetes, lo anuncia con un maullido. Todos los días, cuando me levanto, tengo a los pies de la cama un osito, una jirafa o una estrellita.

C. Parece que se llevan muy bien. L.C. Sí, se quieren, se lamen, duermen juntas, pero la pequeña, de vez en cuando, no puede remediar darle un zarpacito. En ese momento discuten, pero al cabo de un rato se les pasa. Tienen mucha personalidad las dos y son buenas conversadoras.

C. Ha sacado un álbum hace unos meses ¿Cómo surgió? L.C. Se llama Fantasías y es un recopilatorio, tres décadas de éxito. Recoge los mejores temas de la infinidad de discos que he grabado a lo largo de mi vida. Pensé hacerlo para mí, pero, al final, decidí hacerlo en homenaje a los millones de personas que han comprado mis discos.

C. ¿Por qué 'Fantasías'? L.C. Porque las oberturas que se hacen en las óperas o los musicales antes se llamaban fantasías.

C. ¿Quién compra sus discos? L.C. Hice discos para todos los públicos, no iban dedicados a la gente especializada, que era muy minoritaria. Metí en las casas y en los coches la orquesta sinfónica, ayudado por las selecciones de una música de todos los tiempos que fui haciendo.

C. Ha trabajado con los artistas más grandes. ¿Cómo está el panorama musical en estos momentos? L.C. Quiero hacer un llamamiento a las televisiones: tienen un deber, se han comprometido a promocionar el cine, pero la música no. La música es un elemento esencial, va en los genes. Lamento mucho que no haya espacios donde mostrar lo que se hace. Hay muchos concursos exitosos, gente más mayor, gente que empieza, academias donde estudian, pero toda esa gente, ¿dónde expone lo que hace? Una carencia que tenemos en contra y al contrario de otros países.

C. ¿Cómo ve el fenómeno 'OT'? L.C. Es un trampolín. Están tantos días en televisión que terminan haciendo personajes muy populares. Los que escalan y tienen la fortuna de que les toque el dedo del éxito de la creatividad y de la suerte, pues llegan. Decía don Quijote a Sancho: "La suerte enemiga de las más grandes desgracias siempre deja una puerta abierta, búscala". Lo que sí puedo decir es que hay una cosecha de músicos como nunca ha habido en todos los estilos. Están muy bien formados.