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La figura de la mujer se está haciendo cada día más fuerte. En parte se debe a la cantidad de actos en los que se están echando a las calles para reivindicar su derecho a ser igual en todos los ámbitos y circunstancias de su día a día.
El certamen de belleza de Miss América ha querido sumarse a esta ola de empoderamiento femenino y ha anunciado que quitará del concurso una de las pruebas que con peores ojos se veía por la carga machista implícita.
Nos referimos al desfile en bañador de las aspirantes a la corona. Ha sido su directora, Gretchen Carlson, quien ha anunciado que en la próxima edición, que se celebrará el 9 de septiembre, ya no se mostrará a las 51 aspirantes tan ligeras de ropa. "Ya no somos un desfile. Somos una competición", ha sentenciado.
Además, tampoco tendrán por qué pasearse con un traje de gala. La organización ha explicado que desfilarán con el atuendo que se sientan más cómodas cada una de ellas. "Hemos oído a muchas chicas jóvenes decir: 'Nos gustaría formar parte de vuestro programa pero no queremos plantarnos ahí fuera en tacones y bañador', así que, adivina qué, ya no tienes por qué hacer eso", han sido sus palabras.
Carlson fue designada como presidenta de Miss América a principios de este 2018. Una decisión que ya hacía adivinar que las normas iban a ser otra. Unas en las que las mujeres pudiesen desenvolverse sobre la pasarela con dignidad.
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