Ayer la noticia de la muerte de la hermana de Máxima de Holanda, Inés Zorreguieta, a los 33 años, nos sobrecogía. Esta era encontrada sin vida en su casa y la hipótesis que se baraja con mayor fuerza desde entonces es la del suicidio.

La reina de los Países Bajos está destrozada, tal y como se apuntó en un comunicado emitido por la casa real holandesa. Acompañada por su marido, Guillermo de Holanda, y sus tres hijas, la monarca viaja a su país natal, Argentina, para poder despedirse de quien era una debilidad para ella.

Máxima trataba de estar encima de Inés, sabedora de los problemas de depresión y de trastornos alimenticios que tenía. Esos que, incluso, la llevaron a estar interna una temporada. Una preocupación que, quizás, sea la que le haya llevado a tomar la determinación de acabar con su vida.

La reina ha cancelado todos los compromisos que figuraban en su agenda esta semana y ya se encuentran en Buenos Aires, donde llegaron de madrugada para poder asistir a ese funeral que, como hace unos meses sucediera con el de su padre, se celebrará en la más estricta intimidad.

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