Este verano va a ser intenso para el actor, ya que le tocará tenerlo todo listo cuando abra al público su nuevo proyecto. La idea no puede tener mejor pinta: un aparcamiento en el que instalará varios food trucks. O sea, esas furgonetas que están tan de moda en las que se cocina.
El negocio estará situado en Charleston, ciudad en la que Murray vive, y no es el primero que posee. Entre sus inversiones hay varios bares, restaurantes, una marca de ropa de golf y es también socio de varias equipos de beisbol.
Al actor, en cambio, no parece que le guste demasiado trabajar en el cine. O eso se deduce de su extraña forma de moverse en el negocio: ni vive en Hollywood ni tiene agente. Si alguien quiere contratarle, debe llamar a un teléfono que él no coge nunca y dejar un mensaje. Un sistema que le ha hecho perder papeles en películas como 'Charlie y la fábrica de chocolate' o 'Pequeña Miss Sunshine'. "La gente dice que no puede encontrarme, pero si eres capaz de escribir un buen guión entonces no es tan difícil encontrar a alguien. No es algo que me preocupe", ha contado en alguna entrevista.
Harvey Weinstein
Y tampoco parece que muchos de sus excompañeros tengan demasiado interés en volver a rodar con él. Porque a pesar de la buena imagen del actor, la realidad parece distinta. Algo que Harvey Weinstein ya puso de manifiesto hace años, cuando declaró: "Ser como Murray es una religión. Consiste en que puedes portarte tan mal como quieras con la gente y ellos van a seguir queriéndote. Yo solía sentirme culpable cuando me portaba mal, pero entonces conocí a Bill y me sentí mucho mejor".
He aquí un pequeño catálogo de sus broncas. A la productora Laura Ziskin la tiró a un lago después de una discusión. Con Chevy Chase acabó pegándose. A Robert De Niro le rompió la nariz, aunque dicen que fue un accidente. Durante el rodaje de Atrapado en el tiempo había tantos problemas de comunicación que le presionaron para que contratara a un asistente personal y él accedió, sí, pero eligió a una sordomuda. 'Los ángeles de Charlie' fue una pesadilla. Murray le dijo a Lucy Liu que no sabía actuar y ella intentó pegarle. Otro día el actor pilló por banda al director y le dio un cabezazo. Él sin embargo, lo niega: "Se merecía morir. Deberían atravesarle con una lanza, pero no darle un cabezazo". Murray se defendía así en 'The Guardian' de su fama de difícil: "Tengo esa reputación por culpa de la gente con la que no me gusta trabajar o que no sabe hacerlo. Algunos creen que te contratan y pueden tratarte como dictadores".
Tampoco su segunda mujer, Jennifer Butler, debe guardar un buen recuerdo de él. El matrimonio acabó con una demanda por parte de ella en la que le acusaba de malos tratos y de adicción tanto al alcohol como a la marihuana.
Hay además algunas anécdotas graciosas, como cuando un par de estudiantes se lo encontraron en un bar y le invitaron a una fiesta. Él aceptó, aunque casi les triplicaba la edad, y se lo pasó tan bien que terminó fregando los platos. O cuando en 2007 le detuvieron en Suecia por conducir bajo los efectos del alcohol. En su descargo hay que decir que no se trataba de un coche normal. Bill Murray, borracho como una cuba recorría el centro de Estocolmo en un carrito de golf. La policía se quedó tan alucinada que ni siquiera tenían claro si estaba permitido circular con un vehículo así por la calle. "No sabemos si es ilegal, solo que no es muy habitual", declararon las autoridades.
- La imparable caída de Johnny Depp
- Jocelyn Wildenstein, la ruina de una adicta a la cirugía estética
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?