Un orgullo televisivo

La televisión es una cantera de estrellas invitadas para el 'Pride' (Orgullo), que en España se celebra el próximo 7 de julio. Los organizadores han decidido jugar al 'crossover' mezclando dos 'talents' de distintas cadenas: 'Operación Triunfo' y 'Got Talent'.

Por un lado, los Javis dejarán las clases y las grabaciones de 'Paquita Salas' para enarbolar la bandera de la tolerancia en el pregón de las fiestas. No estarán solos, porque tendrán a su lado a dos exconcursantes: Agoney y Marina -que estrenará peinado, suponemos-.

Frente a los invitados de TVE, Telecinco tendrá al poeta César Brandon, que leerá unos versos por los derechos LGTB. Tras el éxito del año pasado, Madrid volverá a apostar por las divas eurovisivas: Elena Foureira, revelación chipriota, encenderá la mecha con su 'Fuego' y la ganadora Netta hará bailar a todos con 'Toy'.

" El espectador perdona todo menos el sopor", recordó a Voltaire Cristina Medina -Nines en 'La que se se avecina'- como una premonición de lo que las audiencias dirían al día siguiente de la retransmisión de los Premios Max -en diferido desde Sevilla-. Si Islandia paralizó a la población del país con el partido de fútbol frente a la Argentina de Messi (99,65% de ‘share’, todo un récord mundial), La 2 de TVE apenas cosechó un paupérrimo 1%.

Y hay varias explicaciones para tan triste noticia: la primera, los criterios de selección para las nominaciones de los espectáculos, muy criticada por autores y directores como Sergio Peris-Mencheta, que favorece una terna en la que parece primarse el reparto territorial frente a la acogida del público -de hecho, los seleccionadores de la SGAE parecen ser alérgicos a los éxitos comerciales como el musical 'Billy Elliot', por otra parte en el número 1 del 'ranking' de la crítica madrileña-; la segunda razón, que el espectáculo no se dé en directo, restando impacto emocional a la gala pero, la tercera -y posiblemente la definitiva de este fracaso de audiencia- el poco ritmo televisivo del evento, a años luz de la gala de los Tony, por ejemplo, en la que Broadway tira la casa por la ventana con un espectáculo apabullante.

Como en los Goya, nos falla el montaje de la gala. Al margen de estas cuestiones, el teatro se merece algo más: tal vez sea conveniente que TVE se vuelque los días previos a los premios informando más sobre las candidaturas, emitiendo incluso algunos 'Estudios 1' -si fuera posible por derechos-, que conecten al espectador con la gala. En España, a pesar de la crisis y del maltrato políticos, IVA incluido, el teatro y la danza han sobrevivido y se han hecho fuertes con apuestas fascinantes que merecen ser disfrutadas por el público.

El maestro Joao ha conseguido una popularidad más allá de su esperpéntico don, la lectura del futuro tras una ojeada al trasero de sus clientes… En la isla de 'Supervivientes' tuvo la oportunidad de ponerse la botas pero, a su regreso, le pronosticamos eternos días de culos, panderos y posaderas.

Telecinco tiene una interminable lista de colaboradores dispuestos a enseñarlo todo por un primer plano de su anatomía, por un minuto de audiencia catódica. Experto en provocar y reírse de sí mismo -bueno, de reírse más de sus invitados, para qué vamos a engañarnos-, Jorge Javier Vázquez también cedió a la tentación de bajarse los pantalones y dejar al descubierto un futuro de éxitos…

Eso sí, lo que el maestro Joao no dejó claro es si finalmente J.J. será el presentador de 'GH VIP' o cederá el testigo a Jordi González, cuyo trasero sigue virgen a ojos de la audiencia de Mediaset. Qué intriga….

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