Así es el día a día de Iñaki Urdangarin en la cárcel

Revelamos los detalles de cómo es la vida de Iñaki Urdangarin en la cárcel abulense de Brieva.

Juan Luis Galiacho

Actualizado · 21 de junio de 2021, 15:15 h

Iñaki Urdangarin se levanta a las 07:30 horas de la mañana. Tras despertarse, limpia su celda. Para ello le han suministrado un bote de lejía, otro de jabón, una fregona, una escoba y un cubo. El lote dura hasta que se acaba el producto o se rompa algo, también le han entregado —una vez al mes— un 'pack' de productos higiénicos que consta de una pasta dentífrica, dos máquinas de afeitar, un bote de gel y cuatro rollos de papel higiénico.

Finalizado este proceso de limpieza y aseo, a las 07:50 horas aproximadamente, se produce el control de su celda, en este caso no hay recuento. Es un punto importante, ya que se inspecciona, por parte del único funcionario que se encuentre en ese turno, que Urdangarin esté incorporado, de pie o al menos sentado en su cama.

Tras despertarse, Urdangarin limpia su celda

A las 08:00 horas le dan el desayuno, que dura unos 30 minutos. Consta de café con leche o Cola-cao, barra de pan con mantequilla y mermelada y galletas. Eso todos los días. Y, alguna vez entre semana, como premio, les dan un cruasán o bollería similar. Tras finalizar el desayuno, tiene que recoger la bandeja y limpiar la mesa.

El marido de la Infanta, a diferencia de las demás reclusas, no parte hacia los talleres, la escuela de formación, las actividades deportivas o la biblioteca. Se queda en solitario en su 'salón de estar'. A las 13:30 horas, el funcionario le abre la cancela y, una presa de confianza, le suministra la comida. Disfruta de un menú distinto cada día de la semana. La comida consta de dos platos y postre. El primer plato son legumbres, verduras, guisos, sopas o cremas. El segundo, carne —filete, pollo o hamburguesa— o pescado —menos frecuente—; y, de postre, yogur, natillas o fruta. Todos los centros penitenciarios tienen un dietista que es el que se encarga de diseñar el menú semanal para los internos.

Funcionamiento penitenciario

De 14:00 a 16:00 vuelve a su celda, donde está en reposo, ‘chapao’ como se conoce en el argot carcelario. A partir de esa hora, puede salir, si quiere, al patio. Y de 19:30 a 20:00 le dan la cena, que consta de dos platos (más ligeros) y postre. La asignación para el menú común de todo el día es de 3,75 euros por preso, aunque hay algunos menús más caros para casos especiales, como enfermería o psiquiátricos
A las 20:00 le toca empezar a recogerse. Puede estar aún un tiempo en la sala-comedor y dejarla limpia para el día siguiente. De 21:00 a 21:15 tiene que regresar a la celda. En ese momento, se produce el último recuento, coincidiendo con el relevo de funcionario (su tercer funcionario del día, el de la noche). Desde esa hora y hasta las 07:30, estará en su celda sin ruido. Al estar solo se le permite disfrutar de la tele en la sala-comedor, pero a un nivel controlado
Llamadas. Tiene derecho a 10 llamadas a la semana a números predeterminados y a lo largo de 50 minutos. Pueden tener hasta 10 números de teléfonos diferentes designados, y siempre apoyados en contrato. Cada llamada tiene una duración máxima de cinco minutos. Ya ha realizado, que se sepa, varias a su mujer y a su madre
Dispone también de hasta de 100 euros semanales de peculio, que se ingresan desde fuera mediante una imposición en Correos. El dinero llega a la cárcel y una persona está encargada en cada centro penitenciario para entregárselo al reo mediante una tarjeta de prepago que sirve para comprar en los economatos. En el argot penitenciario se les conoce como cantina. Iñaki no puede acudir a esta por estar completamente aislado. No obstante, sí puede solicitar el funcionario que le traiga algo
En el economato se despacha café, bebidas, latas de sardinas, gel, tabaco y hasta gomina, muy utilizada en la cárcel. No se despacha nada perecedero ni con posibilidad de cocinarse. La cantina se abre cuatro veces al día. La primera, después del desayuno; la segunda, a media mañana; la tercera, antes de comer; y la última, antes de la cena. Un café con leche vale unos 20 céntimos, la cerveza sin alcohol 30 céntimos (no se bebe alcohol), una botella grande de agua 25 céntimos, y el tabaco al mismo precio que en los estancos. También se puede pedir material de ocio, como libros y acuarelas. Y, si quisiera, podría invertir en juegos de azar como La Quiniela o La Primitiva, una práctica muy demandada en la cárcel
Vestimenta. Allí, cada uno viste como quiere, ya que Instituciones solo dan ropa a quien no tiene recursos, y no es el caso de Urdangarin, a quien ya ha visitado en privado la Infanta Cristina de Borbón, así como sus hermanas como publica esta semana una revista.