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Alejandra Rubio (18), la hija de Terelu Campos, (52) apuesta por las redes sociales para abrirse y dar a conocer sus sentimientos. En su cuenta de Instagram ha respondido a algunos de los cientos de comentarios dejados por sus respondiendo a todas las preguntas que le han ido formulando. Sincera y sin miedo a confesar, Alejandra ha respondido a asuntos hasta ahora desconocidos de su persona.
El comentario de una de sus fotos rezaba: 'Nada puede detener a una oveja negra orgullosa de sí misma'. Ella misma reconoció que se sentía orgullosa con su forma de ser: "Soy la oveja negra de la familia y nunca mejor dicho. No para mal, simplemente soy diferente y estoy orgullosa de ser diferente. Me encanta", ha confesado a sus 'followers'.
Muchos aspectos desconocidos por la mayoría de sus seguidores han sido revelados por ella misma. Apoya el feminismo, aunque cree 'que se están pasando de la raya bastante'. Se define como "empollona", "de notazas" y asegura que le encanta "saberlo todo". Según afirma, puede hablar de todo lo que sea ya que sabe de casi todo y le encanta aprender porque "necesita información para su cabeza siempre".
Alejandra, que mide 1,71 y no revela su peso ya que la crucificarían, 'se ve 'bastante sociable y casera'. La popularidad la lleva bien 'a ratos' y le gustan los tatuajes; el que lleva de un sol y una luna, lo hizo por su madre porque son "como la noche y el día", además de llevar tatuada su inicial. Su mayor miedo: la soledad.
Reconoce estar muy enamorada de su novio, al que tilda de "único, impredecible y cabezón". Le encantaría tener dos hijos y si se quedara embarazada, "lo tendría" porque "a lo hecho, pecho".
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