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Está casada con Andrés Manuel López Obrador, el próximo presidente de México, pero Beatriz González Müller no quiere ser la primera dama del país centroamericano. De hecho, insiste en que le llamen por su nombre de pila (“Beatriz y nada más”) y se ha propuesto abolir la figura institucional de la esposa del presidente.
Anunció sus intenciones durante un mitin en la campaña electoral. “Para la verdadera transformación de la vida pública de México, tenemos que comenzar a pensar y actuar diferente. Pongamos fin a la idea de la primera dama. No queremos que haya mujeres de primera ni de segunda”, explicó.
Pese a todo, Müller ha sido uno de los grandes apoyos de AMLO (acrónimo por el que todo el mundo conoce al presidente en México) durante la campaña electoral y ha recorrido el país de norte a sur protagonizando mítines y eventos.
Además, Müller, de 49 años, también quiere seguir ejerciendo su profesión. Profesora universitaria y escritora, es autora de varias novelas y libros de poesía. Estudió Comunicación y ejerció como periodista en el diario 'El Universal' durante una década. Más tarde, trabajó como asesora de López Obrador mientras él era alcalde de la ciudad de México. El político acababa de enviudar, después de que su mujer (y madre de sus tres hijos) falleciera a los 46 años debido a una enfermedad inmunológica.
Él y Müller se casaron en 2006 y unos meses después, nació su único hijo, Jesús Ernesto. Después de vivir dos derrotas electorales, a la tercera fue la vencida. Su mandato comenzará en diciembre, pero Müller ya ha tenido que hacer frente a las primeras acusaciones. Las redes sociales hicieron circular el bulo de que su abuelo, de origen alemán, había sido un general de las SS. Pero la escritora salió al paso de las informaciones falsas y demostró que su abuelo fue, en realidad, violinista y fotógrafo. Primera prueba superada.
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