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Le tiraron de la lengua y, al final, acabó cediendo. Ha pasado ya un tiempo desde que Isabel Pantoja saliera de su cárcel y, ayer, su sobrina Anabel dio algunas pinceladas sobre cómo eran esos encuentros familiares cuando la tonadillera cumplía condena.
Se resistió como pudo, pero con el tema de las visitas a Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva (Ávila) -y el debate que se ha generado sobre si está habiendo o no trato de favor con él- sobre la mesa, terminó por hablar sobre el tema. Y generando que sus compañeros de 'Sálvame' repreguntaran una y otra vez, no siempre obteniendo respuesta.
"Yo lo pasé super mal, recuerdo el mal trago que pasamos todos", manifestaba Anabel, que explicó, con detalle, cómo antes de entrar en la habitación donde eran los encuentros les registraban y tenían que enseñar el DNI. También que no recuerda cómo era la puerta de la misma, porque no se fijó.
"Cuando te vas de ahí es una sensación que no se la deseo a nadie, es muy duro y ves que no puedes hacer nada", explicaba poco después de contar que el tiempo que estaban -sobre una hora y media- se les pasaba volando, tanto a la reclusa como a los familiares.
También quiso aclarar que ni Isabel ni ninguno de los miembros del clan Pantoja tuvieron un trato de favor, que ellos esperaban en la misma sala de espera que el resto de familiares que acudían a esos vis a vis que ya son pasado para ellos y que no quieren desenterrar.
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