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La mujer de Jarry Lyle ha sido la encargada de dar la triste noticia de la muerte de su a los 36 años de edad, tras librar una larga y dura lucha contra un cáncer -una leucemia- que comenzó en su adolescencia, cuando tan solo tenía 17 años.
El deportista falleció rodeado por sus familiares y amigos en Torquay (Australia). Los médicos, hace años, dieron por curada su enfermedad, pero volvió a aparecer 13 años después. Tras aquella recaída, volvió a vencerla, pero hace tan solo un mes llegó la nueva mala noticia. Tras un trasplante de células madre y debido a la agresividad de la enfermedad, decidió "que no le quedaban más fuerzas" para seguir con el tratamiento.
En golfista australiano, ganador de varios títulos internacionales durante su carrera, deja mujer, Briony Lyle, y sus dos hijas, Luisi (6 años) y Jemma (2 años). "Lusi, Jemma y yo estamos llenas de dolor , y ahora debemos enfrentar nuestras vidas sin el mejor marido y padre que hubiésemos deseado", se puede leer en unas líneas escritas por la viuda.
"Jarrod pudo recibir muchos actos y palabras increíblemente amables y generosos en sus últimos días y se sintió abrumado por todo el afecto", continúa el comunicado.
"Hemos sido bendecidas y abrumadas con los mensajes y acciones de apoyo de todo el mundo y nos sentimos confortadas de que Jarrod haya podido felizmente impactar a tantas personas a lo largo de su vida. Nuestro humilde agradecimiento a todos ustedes", concluye en el comunicado su esposa.
La Federación Australiana de Golf, país del que era natural, emitió un comunicado para expresar su dolor: "Nos rompe el corazón tener que decirles que Jarrod ya no está con nosotros".
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