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La revista 'Rolling Stone' la bautizó como la artista más grande de todos los tiempos. Y seis décadas de música bien valen el calificativo. Porque es imposible entender el soul sin la figura y la voz de Aretha Franklin, la mujer que llevó hasta los confines del planeta la cadencia de ese ritmo sincopado.
Estos días la cantante, nacida en Memphis en 1942, volvió a ser noticia por una triste razón. La prensa estadounidense aseguraba hace unos días que Franklin se encontraba en estado grave y permanecía rodeada por su familia y sus amigos más cercanos. Ellos ya esperaban el triste desenlace, que se produjo el pasado jueves 16 de agosto.
Sobre los motivos del agravamiento en su estado de salud poco se supo casi hasta el final, provocado por un cáncer de páncreas. Pero la falta de informaciones no sorprendió, dada la discreción con la que la cantante siempre trató lo referente a su salud. Solo hubo rumores hace unos meses sobre que padecía cáncer desde 2010, algo que no se confirmó hasta el final de sus días.
En los últimos meses estaba alejada de la vida pública, rodeada por los suyos. Porque junto a ella han estado siempre sus hijos. Tuvo cuatro, el primero de ellos, de manera precoz. Clarence, nació cuando ella tenía solo 12 años. El padre fue compañero de la escuela, Donald Burk. El siguiente, Edward, llegaría dos años después, fruto de su relación con un productor, cuando Aretha apenas pasaba de los 14 años. El tercero, llamado Ted, nació de su primer matrimonio y el cuarto, Kecalf, de su relación con su road manager, Ken Cunningham.
Aretha ha estado casada en dos ocasiones, la primera entre 1961 y 1969, con Ted White, que se convirtió en su manager en la época en la que llegaron grandes éxitos, como 'Respect', pero que, según una biografía sobre la cantante, fue una etapa terrorífica para Franklin, que le tenía pavor. La segunda boda llegaría una década después. Aretha se casó en 1978 con Glynn Turman, de quien se separó solo seis años después. Hubo un tercer conato de unión, con un compromiso que se hizo público en 1988, con Willie Wilkerson, pero en 2012 se confirmó la ruptura sin que mediara boda alguna.
La única pasión que ha logrado resistir el paso del tiempo en el corazón de la cantante ha sido la música. Y eso que desde sus comienzos, a mediados de los años 50, ha habido altos y bajos. Si en los 60 y 70 era la reina, el final de los 80 no fue tan fácil.
Pero los 90 la devolvieron a los altares. También ampliaron la leyenda de una mujer de la que se dijo que en sus últimos tiempos desarrolló miedo a volar y olvidó las bajas pasiones. Una mujer que tras décadas de éxitos, sin embargo, vivió el momento más emocionante de su vida en 2009. Fue cuando cantó en la toma de posesión de Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos. Ese día esa mujer puso la nota emotiva a un momento histórico. Lo hizo con la voz inconfundible que ahora se apaga pero que, por suerte, quedará siempre en el imaginario colectivo.
- Aretha Franklin, en estado grave según la prensa estadounidense