'GH VIP' o el éxito de la pausa publicitaria

El anuncio de que Mónica Hoyos sería la primera habitante confirmada de la casa de Guadalix para ‘GHVIP 6’ se realizó, como ha sucedido en diversas ocasiones, en ‘Sálvame Deluxe’, convirtiendo la noticia en parte del contenido del programa. Pero Telecinco ha cambió de estrategia esta semana y se reservó la campanada del segundo concursante, Ángel Garó (y con él un puñado de personajes que habitan en su cabeza), para la primera publicidad de ‘The good doctor’, la serie revelación de la temporada (19,5% y casi tres millones de espectadores).

La operación publicitaria no pudo salirle a mejor a la cadena, que logró con esta medida tener enganchados a los ‘fanático’ del ‘reality’ a la serie y tentar a los seguidores de la serie, muchos de ellos no necesariamente espectadores asiduos de Telecinco, con la idea de ver al creador de Juan de la Cosa, Pepe Itárburi,Chikito Nakatone y Maruja Jarrón metido en un concurso de convivencia… Durante toda la noche, tanto la serie como el humorista fueron ‘Trending Topic’, convirtiéndose en protagonistas de las conversaciones de las redes sociales y publicitando gratuitamente dos contenidos por el mismo precio: nada.

“No se te ocurra imitar de nuevo a mi hija”, le espeta Virginia de la Mora (Verónica castro) al periodista oficial de la familia, el que le ofrece las portadas y cubre los eventos de la saga en el culebrón revelación del verano, ‘La casa de las Flores’. Esa hija es Paulina, interpretada por Cecilia Suárez, enganchada al Tafil (alprazolam), cuyos efectos secundarios causan, entre otras cosas, una peculiar y pausada forma de hablar.

La idea de este acento surgió durante la grabación, lo que obligó a repetir algunas secuencias ya rodadas para mantener el ‘raccord’ del personaje desde el inicio. El éxito ha sido tal que Paulina es el favorito del público, tiene incluso un reto en internet, #PaulinaDeLaMoraChallenge, en el que se graban vídeo imitándolas.

La actriz respondió a las ‘chistosadas’ desde la cuenta oficial de la serie…. Porque la plataforma Netflix le ha prohibido que utilice el acento fuera del set. A la actriz se le pedía constantemente en las entrevistas que imitara a su personaje, pero aunque se trate de su creación interpretativa, éste no le pertenece legalmente y, por lo tanto, está sometida a las exigencias de su contrato. Y mientras a Cecilia Suárez le prohiben hablar como Paulina, medio mundo se pasa el día repitiendo “ol-vi-dé can-ce-lar el ma-ria-chi”…

RTVE ha inaugurado en San Cugat el primer museo de los oficios de la televisión, en el que se muestran más de 200 objetos, desde cámaras (incluso la primera en color, que se utilizó en 1977) grúas, moviolas, focos... La idea es mostrar todo el proceso creativo que existe más allá de la pequeña pantalla.

Nicolás Albéndiz, creador del museo, desveló en el Telediario la presencia de un objeto icónico: la media que usaba para las entrevistas de Sara Montiel (para difuminar las imperfecciones de la piel se colocaba una media en la óptica de la cámara). Con esta noticia se confirmaba lo que muchos creían que solo era una leyenda urbana. Sara, como las grandes de su época, era una experta en fotografía: al margen de pedir la media, entraba en un plató y pedía que se corrigiera la colocación de los focos o de la silla en la que tendría lugar la entrevista. Tuve la suerte de trabajar con ella como director de la gala de entrega de la Medalla de la Academia de Cine en 1997.

La presentaba por Liberto Rabal, algo que le hizo ilusión por su admiración hacia Paco Rabal, pero ella no pidió leer el guion con antelación ni quiso supervisar la relación de figuras invitadas, a ella lo único que le preocupaba eran la mesa y las luces en el salón. Sara, que aprendió en Hollywood a comportarse como una estrella, sabía que al público siempre hay que ofrecerle la mejor versión de uno mismo o, al menos, la más bella.

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