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El actor Ramón Langa es conocido por poner la voz en la gran pantalla a Bruce Willis y Kevin Costner. Pero además, hay que destacar sus actuaciones en series de televisión de TVE como 'Cuéntame' o 'El Ministerio del Tiempo'. También en películas como 'La Ciudad de los prodigios' o 'Buscando a Nemo', y teatro con: 'Drácula', 'La Cena de los Idiotas'… Pero en esta ocasión hemos querido descubrir una de las grandes pasiones de Ramón y, para hacerlo, nos hemos trasladado a la Ávila, donde nos cuenta su pasión por los caballos y cómo empezó a montar con tan solo cuatro años.
Quedamos con Ramón a tomar un café en el Parador Nacional de Gredos. Después de una agradable charla, nos pide que le sigamos hasta la cuadra donde tiene a sus caballos Rubio y Niebla, no sin antes enseñarnos cómo hay que calzarse las botas de montar.
Corazón Son dos ejemplares preciosos: ¿de qué raza son? Ramón Langa Son de raza árabe y tienen 20 años él y 22 ella. Para un caballo no es mucho. Siempre que esté bien alimentado, bien cuidado y bien montado, hasta los 30 tienes un caballo disponible.
C. Han pasado muchos años: ¿recuerda su llegada? R.L. Nacieron en casa, siempre hemos tenido yeguas y caballos, los criábamos. Mi padre me montó en uno cuando tenía cuatro años. Ahora es diferente, mis hijos vienen poco, suelo venir solo y con dos caballos es suficiente.
C. ¿Qué vínculo une a Rubio y Niebla? R.L. Son hermanos de padre y de madre y son muy distintos, ella es muy blanca y él perla isabelo o palomino.
C. ¿Es difícil domar a un caballo? R.L. Más qué difícil es trabajoso, hay que tener paciencia y mucho tiempo.
C. Parecen muy nerviosos. R.L. Son muy nobles y dóciles, y es verdad que son nerviosos, tienen mucha energía, pero eso no significa que sean malos. Tienen una peculiaridad: les encanta el azúcar. Vienen por la noche a la parte de la cocina que da al jardín y tocan la puerta con la pata hasta que salgo, les pongo un poco de azúcar en una piedra y se quedan tranquilos… Les doy un poquito cada quince o veinte días porque no se les puede dar mucho dulce.
C. ¿Es fácil entenderse con ellos? R.L. Los caballos de toda la vida se han calmado con la voz. A mí desde pequeño me dijeron: háblales con cariño, despacio, así se tranquilizan. Tienen mucha fuerza, son muy brutos y asustadizos, la voz es muy importante.
C. ¿Suele montar a menudo? R.L. iempre que puedo, he hecho rutas de más de una semana. Cogemos el puerto, Refugio del Rey, Arenas de San Pedro, Valle del Jerte… Puedes ir días sin repetir un camino por esta Sierra.
C. ¿Alguna vez se ha caído? R.L. Muchas veces. Ya lo dijo el rejoneador Ángel Peralta: «quien diga que no se ha caído nunca es mentira».
C. Ramón y estos dos perros que te acompañan, ¿quiénes son? R.L. Son Bruto, un mastín y Frankie, como Sinatra. Al pobrecito lo recogí en una gasolinera porque lo habían abandonado, tenía solo un mes y medio.
C. Conoce muy bien este terreno, pero en el terreno profesional ¿Qué proyectos tiene? R.L. Estoy rodando una serie que se titula: Algo Más, que se emitirá en TVE. Mi personaje es un piloto de aviones. La serie es muy cinematográfica. Además, tengo un proyecto de teatro y otra serie, pero soy muy supersticioso y prefiero no decir nada.
C. Su hijo Ramón, ¿sigue su estela profesional? R.L. Ha estudiado interpretación, está encantado con esta profesión. Recientemente ha trabajado en la obra Se Alquila, de Gonzalo Ferreño, dirigida por su padre Andoni Ferreño y por mí. Además, trabaja en un capítulo de la serie Algo Más, aunque no coincidimos en escena.
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