Victoria Beckham está triste. No malhumorada ni seria ni deprimida ni preocupada. Decididamente, triste. No confundir con sencillamente, porque eso ella no lo conoce.

La causa la ha podido provocar unas declaraciones de su marido. David considera a su cónyuge muy complicada y la vida junto a ella no resulta fácil.

Así que la difícil diseñadora se ha ido a Alemania, ha ingresado en una clínica antiestrés y, por casi veinte mil euros al día, le han asegurado que recuperará su tono habitual y su aparente mal humor que tanto le caracteriza.

Más noticias relacionadas...

- Eva Cardenas, fin a su etapa profesional

- Victoria Beckham, vetada de las Spice Girls

- David y Victoria Beckham han vendido su casa de Los Ángeles