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En los tiempos del '#MeToo' era inevitable una película sobre Colette y, sobre todo, que gran parte de la misma se centrara en el momento en el que Nora toma las riendas de su vida, tras haber sido la negra de las novelas de 'Claudine' que firmaba Willy, su marido. En las promos del estreno de una película se dice: "Basada en hechos reales". Demonios.
En los hechos reales de una de las mejores escritoras de su época y una de las mujeres más libres. Hay demasiado público que no sabe nada de nada, aunque la literatura de Colette no haya envejecido. Colette llegó a ser mejor que la escritora oculta de las Claudine. Su estilo se perfeccionó y se vació de inutilidades. La película, protagonizada por Keira Knightley (más guapa, más delgada, más todo que la original), es más profunda que lo que la preciosista envoltura hace ver.
Félix de Azúa cree que Sergio del Molino es el digno heredero Chaves Nogales. El escritor vivo publica 'Lugares fuera de sitio' (Premio Espasa 2018). Si antes nos llevó por 'La España vacía' (Turner) y dio un pepinazo editorial, ahora vamos a Gibraltar, Portbou, Ceuta, Melilla, Andorra, Petilla de Aragón (donde nació Santiago y Cajal), Llivia o Rihonor de Castilla. Sitios sin sitio. Anacrónicos. Como si los hubieran dejado caer, pero con un sentido histórico que Del Molino explica con erudición y ligereza.
A veces te emocionas, como cuando cuenta la entrega que Charles Walckenaer hace a Humboldt del primer mapa de América, fechado en 1500 y dibujado por Juan de la Cosa, que iba en la Santa María con Colón. Voy a reconocer que he estado en Ceuta, Melilla, Gibraltar o Andorra. Gracias a este libro las veo mejor.
Lo mejor de 'Arde Madrid' (Movistar+) es que no contiene trazas de panfleto. Cuenta historias, hace reír, juega con el pasado. En alguna escena cómica aparece un retrato de Franco, pero no ha hecho falta poner " ningún franquista ha sido dañado durante el rodaje". De fondo, Ava Gardner (Debi Mazar) viviendo en Madrid con los Perón de vecinos folloneros. Vale, la que hace ruido es ella, ¿pero a quién vamos a preferir?
A su alrededor, destacando, las criadas Inma Cuesta (infiltrada de la Sección Femenina donde tiene de jefa a una grotesca Carmen Machi) y Anna Castillo, a la que Lucille Ball o alguna otra payasa ha tocado con la varita de la gracia. Por no hablar de la primera aparición de Miren Ibarguren en la comunión de su hija como mujer del gitano poderoso. Que si todas las mujeres entráramos así a los sitios no necesitábamos feminismo.
Ramón Gaya fue un pintor enorme, pero también uno de los más grandes escritores del siglo XX. Pre-textos ha sacado un librito precioso reuniendo sus anotaciones sobre el Louvre. Fue por primera vez en 1928, con 17 años. Le fascinaban 'El joven del guante blanco' y el 'Entierro de Cristo' de Tiziano, la 'Betsabé' de Rembrandt o la 'Helena Fourment' de Rubens. Volvió al Louvre en 1952, tras el exilio en México. Entonces tuvo una mala impresión: "Es destartalado, frío, mal colocado, todo sin luz". De 'La Gioconda' pensaba que era una obra maestra, "pero nada más" (más adelante: "de eso a ser pintura, a ser obra de creación, una obra viva, hay un abismo..."). Quizá lo más conmovedor es esto: "Después de años me he convencido de que mi verdadero exilio fue estar lejos de La Pintura".
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