Oro en 'Masterchef Celebrity'

Con su victoria en la final frente a una Paz Vega, que partía como favorita, Ona Carbonell confirma que la disciplina y concentración de los deportistas de élite son un componente clave en las cocinas. Lo vimos con Saúl Craviotto y se repitió la historia con esta medallista que donó los 75.000 euros del premio a la Fundación Pequeño Deseo. Lo cierto es que los seguidores de la cuenta de Instagram de Samantha Vallejo-Nájera ya intuyeron esa victoria el mes pasado, cuando la jurado posteó una foto con Ona cenando en el restaurante de Jordi Cruz e indicaba: "de celebración". Por si fuera poco, Carmen Lomana también usó las redes el pasado domingo para felicitar a su compañera… cuando aún faltaba la fase final del concurso.

Una vez más, el 'talent' culinario ha demostrado su fuerza en las audiencias: imbatible en todas sus entregas, incluso con un contrincante como el 'Debate de GH VIP'. También ha servido, una vez más, para descubrir a personajes que, hasta el momento, parecían distantes: Paz ha dejado de ser la 'diva de Hollywood' para convertirse en una mujer querida. Ya le ocurrió a Cayetana Guillén Cuervo, marcada por la sombra de la parodia en 'Homozapping', que se convirtió en la gran favorita del público, por su simpatía, su esfuerzo y su tendencia a cortarse los dedos. No es de extrañar que haya puñaladas en el 'star system' español por superar el 'casting' de las cocinas.

Con Bernardo Bertolucci se ha ido uno de los grandes del cine europeo, una figura seducida por Hollywood (ganó 9 premios Oscar por 'El último emperador') que supo meterse a las estrellas en el bolsillo con papeles excepcionales: Marlon Brando, Robert DeNiro, Gérard Depardieu, Liv Tyler, Tilda Swinton… El mejor Bertolucci es, sin embargo, el de los años 70, el provocador de 'El último tango en París' (por cierto, insistimos es que no hubo violación en la famosa secuencia de la mantequilla: se fingió, se interpretó, aunque lni el director ni el actor le dijeron a Maria Schneider lo que pensaban hacer) y el poeta comprometido de 'Novecento', magistral retrato político de una Italia rota que La 2 programó, sin cortes, como espléndido homenaje al cineasta.

Es una tradición que la televisión pública altere su programación cinematográfica en estos casos. Y es imprescindible que siga siéndolo: como servicio público pero, sobre todo, porque no hay nada mejor que dar la oportunidad de descubrir estas obras a quienes, al saber la noticia, se interesan por un director o un actor que desconocían. O quienes, aun conociéndolo, desean rememorar su arte. No sería extraño que, dentro de poco, las plataformas digitales se apunten a estos homenajes.

Tras el run run de un posible fichaje sorpresa en Telecinco (que algunos oteaban en las cercanías de Cantora) el anuncio por parte de Mediaset de Lara Álvarez y Jesús Calleja ha dejado un poco frío al respetable. A priori no conforman una pareja natural… No parecen desprender, a priori, ninguna química que haga temblar los audímetros, así que el vestido de Cristina Pedroche parece tener vía libre para eclipsar a Alberto Chicote y generar las ya tradicionales barbaridades machistas con las que las redes sociales retratan a la presentadora. Lo cierto es que ese escaso trozo de tela ha entrado ya en la leyenda de las Campanadas, como la capa de Ramón García.

Del vestido de Anne Igartiburu se habla menos, si bien es cierto que se habla mejor. Es también una cuestión de estilo: Anne juega la baza de la elegancia y Pedroche, la de la provocación. Ambas consiguen su objetivo. La novedad en TVE es la presencia de Roberto Leal en el balcón. Pero volvamos a lo de Jesús Calleja, que nos tiene intrigados: ¿Sobrevolará la Puerta del Sol hacia el reloj? ¿Logrará sonsacar a Lara secretos tan íntimos como los que consiguió de Eugenia Martínez de Irujo? A lo mejor pecamos de ingenuos y el aventurero da la campanada.

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