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Si hay algo que saque de sus casillas sobremanera a Lydia Lozano - así rompió su vestido el pasado Fin de Año- es que sus compañeros hablen de su marido, Charlie, durante el programa. La colaboradora de 'Sálvame' defiende, con uñas y dientes, el anonimato de este, discutiendo con todo aquel que lo menciona. Aunque sea de pasada.
Pues bien, ayer Charlie decidió que era buen día para pisar por primera vez el plató del programa en el que trabaja su mujer, porque esta celebraba su cumpleaños. Con la ayuda de los compañeros de Lydia, que ejercieron de cómplices, se presentó con un ramo de flores y una tarta.
Lozano no se lo podía creer. Sobre todo, porque la habían tenido buena parte de la tarde en tensión anunciando un bombazo que tenía que ver con ella. Y como en otras ocasiones las noticias han sido menos agradables, no se podía esperar que el arquitecto saliera del segundo plano para ponerse delante de las cámaras.
Eso sí, ajeno a este mundillo, se quedaba algo cortado al plantarse delante de ella y le daba dos tibios besos en las mejillas que nada casaban con el carácter enérgico de Lozano, que no olvidará jamás este 58 cumpleaños. Aunque solo sea por este enorme gesto de amor de alguien que detesta estar debajo de los focos.
De hecho, se le veía incómodo y no tardó en salir del plató, despidiéndose con un "nos vemos luego". Todo esto le da aún más valor a esta visita que ya es historia del programa de Telecinco.
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