Cristina Pardo, la lía parda

A Cristina Pardo le salió caro superar por primera vez en audiencia a 'Viva la vida', en Telecinco. La periodista de La Sexta se levantó con 9,4% de cuota de pantalla (más de 1,2 millones de espectadores), pero con una resaca por los contenidos del programa 'Liarla Pardo' que la llevaron a publicar un tuit: "Hola a todos. Ayer nos equivocamos. El reportaje de Marinaleda fue desafortunado. Y por eso, mis disculpas." Lo fue. Y estuvo bien admitirlo.

El reportaje dedicado al rincón comunista de España incluía el señalamiento de la casa en la que, supuestamente, vivía un votante de VOX, partido revelación de las últimas elecciones criticado por tener un programa electoral que incluye políticas xenófobas, machistas y homófobas. Ardían las redes al ver en dicha imagen un acto censurable: ‘marcar’ o señalar la casa de alguien por su ideología nos retrotrae a una época siniestra… La reportera preguntaba a los vecinos para descubrir la vivienda de uno de los 44 votantes de VOX del pueblo. Cristina Pardo reaccionó con rapidez y reflejos, disculpándose. Asumir un error no es muy común en este país: ni en nuestros políticos ni en nuestros periodistas. Le honra hacerlo sin excusas para suavizar el desliz cometido. Reconocido y punto.

Leída al revés Roma es Amor. Es importante recordarlo al hablar de 'Roma', la película con la que Alfonso Cuarón rinde homenaje a todas las mujeres que le dieron amor cuando era un niño. La película es, además, un sincero homenaje al cine: pura emoción, con bellas imágenes en blanco y negro, personajes de los que nos enamoramos desde el primer instante y un relato que rezuma una nostalgia sincera, nada impostada ni ñoña. Una obra maestra. Y una película hecha, en principio, para televisión. Y aquí empieza el debate. ¿Es cine o es televisión? Francia ya inicio ese debate para el Festival de Cannes, impidiendo la participación en su Sección Oficial de las obras no estrenadas en salas.

Netflix ha hecho una apuesta que debemos aplaudir: estrenar en la plataforma y en cines, permitiendo al espectador decidir cómo y dónde verla. Parecía una idea descabellada, pero al final ha resultado un éxito rotundo: las salas cinematográficas donde se exhibe agotan las entradas porque todavía hay quienes ven en el cine una experiencia compartida, con pantalla grande, con sonido envolvente. Merece la pena que pasen por taquilla y se dejen seducir por el relato de un mexicano enamorado de la vida. Y del cine.

Entre rosco y rosco de 'Pasapalabra' (Telecinco), Christian Gálvez se ha empapado de la vida y obra de Leonardo DaVinci, genio del Renacimiento con una biografía cargada de misterios que el presentador ha ido desentrañando en los últimos años. Con tesón y pasión, Christian ha escrito 'best sellers' dedicados a la figura del artista que le han valido reconocimiento internacional. Pero el Comité de Historia del Arte, integrado por historiadores de distintas universidades españolas, ha criticado que un autodidacta con éxito (¡y presentador de Telecinco!) pueda dar lecciones, cuestionando su labor en la exposición 'Leonardo DaVinci: los rostros del genio', en el Palacio de las Alhajas y en la Biblioteca Nacional. Intrusismo es la palabra que le han lanzado con desprecio.

Pero Elisa Ruiz, catedrática de Paleografía y toda una institución en el análisis de la obra del florentino, es la comisaría de esta exposición en la que Gálvez participa prestando 'las reproducciones de máquinas y objetos, réplica de las contenidas en los códices' y 'financiando de manera altruista una exposición con la que han aumentado un 400% las visitas a la Biblioteca Nacional.' Una vez más, parece como si trabajar en televisión fuera un lastre para quienes demuestran cualquier curiosidad intelectual.

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