Dicen que no hay dos sin tres y, en este caso, se ha hecho bueno. Nuevos problemas para Meghan Markle , que se sitúa, por enésima vez desde que se conociera su relación con el príncipe Harry, en el centro de la polémica. La duquesa de Sussex ha visto cómo su guardaespaldas también ha tomado la determinación de dimitir.
Seis meses ha durado en un cargo cuyo nombramiento copó los titulares de prensa. Tras la jubilación del hombre que se había encargado de la seguridad de Harry en los últimos 30 años, la casa real británica encomendaba la tarea de proteger a la duquesa a una agente de la policía que, ahora, deja de ser su sombra.
Bueno, realmente los medios británicos recogen que Meghan tenía mucha libertad de movimientos. Sin embargo, parece que no estaba acostumbrada a tener que llevar a alguien encima las 24 horas del días. A lo que se une que quiere dar una imagen de cercanía que esta protección no le permitía tener. ¿Habrá sido eso lo que haya motivado la marcha de la agente?
No lo sabemos, pero desde Inglaterra se apunta a que a esta no le gustaba para nada el comportamiento que Markle tenía, sobre todo en la manera de tratar a su marido. Vamos, algo muy similar a lo que parece que le pasa a su cuñado, el príncipe Guillermo, según lo que se ha publicado en los últimos meses.
Lo cierto es que el 'huracán Markle', como ya se ha apodado a la mujer de Harry, sigue cobrándose víctimas a su paso. Y no parece que esté cercana a perder fuerza y tranquilizar la situación.
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