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El pasado jueves saltaba la noticia en el plató de 'Sálvame'. Era Kiko Hernández quien revelaba que una familia se había puesto en contacto con él, desde Lanzarote, para advertirle de que había visto en actitud cariñosa a María Lapiedra con un hombre que no era Gustavo González. Y que se estaban besando.
María no tardaba en llamar para desmentirlo y Gustavo, amigo del presunto amante en cuestión, decía creer a su pareja hasta que no se demostrase lo contrario. Kiko lleva estos días insistiendo que hay material gráfico y ninguno de los dos parece estar preocupado en exceso por el hecho de que su relación pudiera llegar al fin.
La revista 'Lecturas' podría tener la respuesta a esa falta de preocupación. Según las fuentes que maneja dicha publicación, Gustavo estaría a punto de terminar su contrato con la productora de 'Sálvame'. O lo que es lo mismo: podría quedarse sin una importante fuente de ingresos, a no ser que le llegue una oferta de renovación.
De este modo, aseguran que la escena de Lanzarote podría no ser más que un montaje de la pareja para recuperar ese interés mediático que tuvieron cuando salió a la luz su relación, echarse un dinero a la cuenta corriente y poder mantener el nivel de vida al que se han acostumbrado.
El simple hecho de que se hable de un montaje, ya les va a suponer acaparar un pedacito de cuota de pantalla. Veremos si salen a confirmar o desmentir este extremo y si se demuestra o no que tan solo es una estrategia para seguir en boca de todos.
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