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No han sido unas Navidades fáciles en casa de Bertín Osborne y Fabiola Martínez. El pasado mes de diciembre decidieron que lo mejor para la movilidad de su hijo Kike, para que no se quedase en una silla de ruedas, era realizarle unas operaciones. Lo hicieron en un hospital en Sevilla, donde permaneció hasta el pasado 5 de enero.
Fue a su vuelta a Madrid cuando las cosas comenzaron a complicarse. El niño no se encontraba bien, lo llevaron al médico y acabó por permanecer ingresado en la UVI varios días, alertando a sus padres, pero también a todos los que le han cogido un tremendo cariño.
Así que ayer, con la situación más calmada y ya en casa descansando, era Fabiola la que, como muestra de agradecimiento por la preocupación mostrada, lanzaba un mensaje en su perfil de Instagram para tranquilizar sobre el estado de salud del pequeño.
"Como algunos ya sabéis Kike ha estado malito, pero ya está mejor, en casa y recuperándose poco a poco. Está muy trasto, se ve que le molesta menos y mantenerle quieto por las escayolas es misión imposible. Es un campeón. Gracias a todos por escribir. Un abrazo muy fuerte", se podía leer en su perfil.
Kike nació con una lesión cerebral y a sus padres les dijeron que la esperanza de vida era muy pequeña. Hoy, a sus 12 años, ha demostrado que se equivocaban gracias a sus ganas de disfrutar y a su espíritu luchador.
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