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Las súplicas de Kiko Hernández para que Anabel Pantoja, una de las colaboradoras a la que más caña da en el plató de 'Sálvame' regresase al trabajo, dieron sus frutos. Pocos minutos después de escucharla por teléfono, aparecía por sorpresa. Se estaba preparando para el 'Límite 48 horas' de 'GH Dúo' y decidió visitar a sus compañeros para que vieran que se encontraba mejor.
Kiko se ponía de rodillas y la abrazaba, ante lo que la sobrina de Isabel Pantoja le aseguraba que iba a tener que ponerse mala todas las semanas para recibir ese afecto. Se lo había demostrado antes, durante esa llamada, instando al público a que la aplaudiera para que sintiera su calor.
Eran unas imágenes de Anabel, el día anterior, en el mostrador de las urgencias de un hospital, las que preocupaban a Kiko y sus compañeros. Esta explicaba que había acudido porque tenía un dolor muy fuerte de cabeza y un tapón en el oído. Nada importante, pero al ser grabada por alguien que se encontraba allí y verla mareada y apoyada en ese mostrador, la alarma fue mayor de lo que debería haber sido.
Anabel aseguró que se le hicieron varias pruebas, entre ellas un TAC, para descartar dolencias mayores y para que pudiera marcharse mucho más tranquila a casa. Y aunque Hernández le dijera que la veía más hinchada, ella le respondía que sería de amor, que estaba todo bien.
Con el tema de su salud aclarado, por la noche se sentó en ese plató de 'GH Dúo' para defender el concurso que están realizando su primo Kiko Rivera y la mujer de este, Irene Rosales, que se están metiendo al público en el bolsillo con su manera de ser y las historias que están ofreciendo a la audiencia.
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