Ashton Kutcher, actor en crisis y astuto magnate

¿Qué famoso con más de 18 millones de seguidores en Twitter se le ocurriría hacer público su teléfono para que le escriban con la excusa de que ha "perdido el contacto real con la gente real"? Solo uno: Ashton Kutcher . El mensaje estuvo poco tiempo pero la reacción de los fanes le desbordó. La revista 'Wire' hizo la prueba y escribió. Recibieron una respuesta automática para que se dieran de alta en un servicio que pone en contacto vía SMS al público general con "influencers, músicos, deportistas, marcas, actores, etc".

O sea, ni locura ni torpeza. El actor intentaba vendernos la moto. Pero… ¿SMS en 2019?, ¿y hace falta otro sistema para conectar con famosos cuando existen ya Twitter, Instagram, etc.? Cualquier cosa es posible viniendo de Kutcher y hasta podría acertar si tenemos en cuenta su gran instinto.

Él, por ejemplo, fue uno de los que más contribuyó a dar a conocer Twitter. Hablamos de la prehistoria de las redes sociales, allá por 2009, cuando consiguió que su cuenta fuera la primera del mundo en alcanzar un millón de seguidores.

Y, a partir de ahí, se disparó su interés por las empresas tecnológicas. En 2010, creo con varios socios el fondo A-Grade. Invirtieron 30 millones de dólares y, según Forbes, los convirtieron en 250 gracias a su apuesta por firmas como Uber, Airbnb, Skype, Pinterest o Spotify.

Aunque eso también le ha llevado a meterse en líos. En 2017, por ejemplo, defendió a su amigo y fundador de Uber, Travis Kalanick. El directivo se vio obligado a apartarse de sus cargos por las graves acusaciones contra él, como no haber reaccionado con contundencia ante los casos de acoso sexual y discriminación dentro de la firma, y por crear una cultura empresarial muy agresiva. "Sin alguien como él, la empresa no estaría donde está. No sé si quitarle ha sido la mejor respuesta", comentó entonces Ashton Kutcher.

Otro de sus grandes errores fue no haber visto el potencial de Snapchat. Hasta tres veces le ofrecieron invertir en ella y las tres lo rechazó.

Y luego está el estancamiento de su carrera como actor. La última película que protagonizó se estrenó en 2013 y en ella, curiosamente, interpretaba a Steve Jobs, fundador de Apple. Después rodó una cinta independiente en 2015, a las órdenes de James Franco, pero aún no se ha estrenado. En televisión fue durante tres años seguidos, entre 2012 y 2014, el actor mejor pagado gracias a su papel en Dos hombres y medio. Hasta 750.000 dólares llegó a cobrar por capítulo como sustituto de Charlie Sheen. Ahora, se tiene que conformar con The Ranch, serie mucho más modesta de Netflix que él produce y protagoniza.

Pero lo peor y más triste tiene que ver con sus hijos: Wyatt, de cuatro años, y Dimitri, de dos. Según ha contado la actriz Mila Kunis, mujer de Ashton y madre de las criaturas, cuando llega la Navidad no reciben un solo regalo para que no se malacostumbren. ¿De verdad hace falta ser tan estrictos?

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