Elio Berhanyer ha muerto. Ha sido uno de los diseñadores con más personalidad, elegancia y proyección internacional. Lo conocí en 1967 con mi madre en su boutique de la calle Caracas. Lo traté con enorme asiduidad, muchos años más tarde, a través de Charo Palacios, Condesa de Montarco, su musa, amiga y confidente.

Siempre hablábamos de su éxito mundial, de su Rolls, de su palacio de Arcos de la Frontera (Cádiz), de su Córdoba, de su cátedra en la Universidad de la ciudad andaluza, donde pronuncié una conferencia invitado por él. 

Fue un genio, un talento privilegiado, un artista y, como siempre pasa, no aprovechó su éxito para hacer una gestión como debiera.

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