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Se tiene la creencia de que Lydia Lozano apenas ha cambiado desde que comenzara en la televisión. Las mechas que la acompañan desde que el espectador la conoce, juegan a favor de ella para que parezca que el paso del tiempo no pasa por su cuerpo. Pero, si bien es cierto que la imagen es similar, no menos lo es que hay ciertos cambios que ha realizado.
Ayer, 'Sálvame' lo demostró. ¿Cómo? Comparando una imagen de ella de hace 11 años con una actual. Y puestas las dos instantáneas la una al lado de la otra, nos damos cuenta de esos matices con los que la colaboradora ha experimentado ese ligero viraje en su 'look'.
Sí, las mechas de antes eran más oscuras. Algo que no pasaba desapercibido para un Kiko Hernández que le lanzaba un piropo a su compañera, aunque comenzaba diciendo que, por aquel entonces, estaba "más gorda". Pero lo arreglaba sosteniendo que le gusta mucho más la Lydia de ahora.
Las imágenes se proyectaban porque la dirección del programa rescataba un vídeo de Lozano dando un bombazo informativo por aquel entonces: el embarazo de Belén Esteban, con quién hoy comparte plató y cuyo pasado más remoto está dando muchas vueltas en las últimas semanas.
Seguro que Lydia agradeció el gesto de cariño de Kiko, que parece haberse ablandado desde que comenzó el año. Sí hace dos semanas se preocupó, de manera sentida, por la salud de Anabel Pantoja, ahora quiere estar al lado de Lozano, que no atraviesa su mejor momento.
Su marido, Charly, era operado la pasada semana de una hernia discal y, como es tan aprensiva, está atravesando un bache emocional. Ella misma sostenía ayer que Charly está fenomenal, pero que ella no lo está pasando nada bien.
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