Parece que el príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, se han instalado en la polémica permanente. Y eso que, cuando el hijo del príncipe Carlos anunció su compromiso, los británicos estallaron de júbilo: por fin, el nieto díscolo de la reina Isabel II iba a sentar cabeza y dejar de ser objeto de titulares escandalosos.
Pero no. Parece que ha encontrado la horma de su zapato... Si en los últimos meses era ella la que se situaba en el objetivo de las críticas, la última polémica han decidido vivirla en pareja. Aunque, seguramente, no se imaginaban que ese gesto romántico de él fuese a acabar irritando a los ingleses.
El pasado 14 de febrero, Harry decidió coger un vuelo privado desde Noruega, dónde se encontraba cumpliendo con su agenda oficial, para pasar al lado de su esposa su primera noche de San Valentín de casados. Puro amor... si no fuera por el coste que conllevaba para las arcas públicas.
Es el diario 'The Sun' el que ha revelado que esta preciosa maniobra del menor de los hijos de Lady Di les habría costado a sus compatriotas nada menos que 32.000 euros que no han visto con buenos ojos. Sobre todo, porque está cantidad de suma a los 32 millones que costó la boda del pasado mes de mayo y a los 4 que habrá que desembolsar por la reforma de su nueva residencia.
- El príncipe Harry abandona una tradición familiar por amor