Durante cuatro meses, cada martes, Carmen Borrego se presentaba ante la audiencia de 'Sálvame' con la presión de seguir ganándole ese pulso a la báscula - que alguna semana perdió - que mantenía y mostrando los cambios de imagen que le realizaba Manuel Zamorano. También esas sesiones de entrenamiento con Gonzalo o cómo Cristina Soria trataba de analizar su personalidad.
Ayer pudimos ver el gran cambio definitivo de la hija de María Teresa Campos en la última entrega de 'Desafío Borrego'. El resultado final es que Carmen ha perdido 8 kilos, se ha dado cuenta de que protesta más de la cuenta y se mostró con una imagen más acorde con lo que ella había pedido: sin coleta.
Para que se diera cuenta de cuánto de grande había sido esa transformación, el programa se encargaba de revolver su pasado con esa imagen que le hizo cambiar el chip y ser consciente de que tenía que ponerse en serio a cuidar cuerpo y mente: esas de este verano en traje de baño en la playa cuya publicación tan mal le sentó.
Carmen, emocionada, decía estar más que satisfecha con el resultado. Hasta el punto, que confesaba que estaba mucho más orgullosa de haber superado este reto que de haberse metido en el quirófano para someterse a esa reducción de papada para cuyo descubrimiento se hizo hasta un especial de televisión.
Como regalo a su esfuerzo, se le realizó una espectacular sesión de fotos de la que se le entregó un 'book' y una copia bien grande para que presida el salón de su casa. Y, por si fuera poco, se llevó las buenas palabras de un Kiko Hernández que, en algunos momentos de este reto, ha sido muy crítico con ella.
Además, Kiko ponía sobre la mesa la posibilidad de que, ahora, sea Anabel Pantoja quien siga los pasos de Borrego. Ella, dijo que aceptaría gustosa. La pelota está en el tejado de los responsables del programa.
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20 de enero-18 de febrero
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