Nayib Bukele, nuevo presidente de El Salvador, y su mujer, Gabriela, tras su victoria en las elecciones. /
Con chupa de cuero y pantalón vaquero, Nayib Bukele celebraba hace unos días, su gran triunfo electoral después de vencer en los comicios presidendicales de El Salvador y convertirse, de paso, en el presidente más joven de América Latina.
A su lado, y con un 'look' tan casual como el suyo, su mujer, Gabriela Rodríguez de Bukele, se convertía en la primera dama del país centroamericano. Muy presente y activa durante la campaña electoral, ella ha sido uno de los grandes apoyos de Bukele desde que abandonó la alcaldía de San Salvador y se postuló a la presidencia del país con solo 37 años.
De momento, Rodríguez es una gran desconocida para la opinión pública. De su currículo apenas ha trascendido que trabaja como psicóloga prenatal en una clínica privada y que también es bailarina de ballet profesional. Después de diez años de relación, la pareja se casó en 2014. Y solo unos días antes de las elecciones presidenciales, anunciaron que estaban esperando su primer hijo de la manera más millenial posible: colgando una foto de la ecografía en Instagram.
Muy ligada al mundo de la cultura, Rodríguez ya ha anunciado que, como primera dama, quiere acercar el arte a los ciudadanos. "Ella no solo es mi esposa, es mi complemento, y yo el suyo. El que vote por mí para un cargo público sabe que ella viene en el paquete. Así somos, un equipo, desde que nos conocimos", ha explicado el nuevo presidente sobre el papel que jugará su mujer durante su mandato.
Por eso, no parece que Gabriela Rodríguez de Bukele vaya ser una primera dama relegada al segundo plano, sino una 'first lady' con su propia agenda y, probablemente, una gran influencia en la decisiones de su marido. Y por eso, habrá que seguirle la pista.
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