No le gusta ni un pelo tener que llevar guardaespaldas y seguridad privada que vigile todos y cada uno de sus movimientos, pero Meghan Markle debe asumir que, ahora, es miembro de la casa real británica y hay unas normas. Por muy rebelde que sea. Por mucho que le moleste llevar a alguien como su sombra todo el día.

Eso, y que está embarazada de siete meses, tal y como se encargó de recordar su amigo George Clooney en esas declaraciones en las que dio la cara por ella. Así que, en estas circunstancias, su equipo de seguridad ha tenido que intervenir de nuevo, para disgusto de ella.

La duquesa de Sussex ha viajado a Nueva York para celebrar con sus amigas el 'baby shower' de ese bebé que nacerá en abril. Por la mañana, celebró un almuerzo en el hotel The Mark, dónde todo transcurrió con normalidad. Los problemas llegaron por a la hora de la comida, cuando quedó con una de sus compañeras del reparto de 'Suits', Abigail Spencer.

Tan solo llevaban 15 minutos sentadas en el restaurante cuando tuvieran que ser desalojadas. La cantidad de prensa y de curiosos que se arremolinaban alrededor, provocaron que las condiciones de seguridad no fueran las deseadas y se procedió a sacar a la esposa del príncipe Harry y su acompañante del recinto.

La buena de Meghan va a tener que acostumbrarse a estas cosas, por muy rebelde que sea. Tanto, que algunos ya la han comparado con la mismísima Lady Di.

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