Si ha habido alguien que ha estado al lado de Miguel Bosé en los últimos meses, en los que ha tenido que hacer frente a su separación de Nacho Palau y a los continuos rumores de que no se encontraba muy boyante de salud, esa ha sido su madre, Lucía Bosé. Esta, incluso, pasó las Navidades al otro lado del charco para arroparle.

Así que, todo el mundo esperaba que, el próximo 7 de marzo, Miguel pisara suelo español para declarar como testigo en ese litigio en el que se encuentra inmersa Lucía con la familia de Reme 'La Tata', la mujer que trabajó para los Bosé media vida y cuyos familiares, ahora, acusan a la matriarca de haber vendido un dibujo que les pertenecía y haber ganado 200.000 euros con ello.

Es 'Look' quien confirma hoy que Miguel declarará por videoconferencia, una posibilidad totalmente válida, ya que este debe prestar declaración en calidad de testigo. Y una decisión en la que podría haber influido el revuelo mediático que se organizaría si el cantante aparece a las puertas de los juzgados.

Sin embargo, muchos lo han interpretado como que está fallando a su madre, que no dudó en, a pesar de sus problemas de movilidad, cruzarse medio mundo para darle soporte en el momento más complicado de su vida. Seguramente hayan sopesado las consecuencias y le merezca más la pena hacerlo de esta manera. Aunque hablen de él.

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