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Son pocas, muy pocas, las veces que les hemos visto juntos. El pasado agosto, Tana Rivera era vista en compañía de Curro Soriano. Un mes después, este la acompañaba a esa puesta de largo con la que a sus padres, Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, se les caía la baba.
Pero, ahora, esa relación de amor juvenil ha llegado a su fin. Ha sido Eugenia la que, en unas declaraciones a la revista 'Semana' ha dado la noticia de que Tana y el campeón de pádel nacional, han roto su romance. Lo ha hecho asegurando que ella es una suegra maravillosa, pero que, en estos momentos, no tiene yerno al que demostrándolo.
Los motivos que han llevado a que tomen caminos separados no son otros que el hecho de que Tana tiene que centrarse en sus estudios. Tras suspender dos veces la Selectividad, se llegaron a plantear que se trasladase a vivir y estudiar a Sevilla, con su padre, pero a los cuatro días regresó a Madrid con la duquesa de Montoro.
Esta última vive una situación completamente diferente a la de su madre. Enamorada de Narcís Rebollo, con quien se casó en secreto en Las Vegas en 2018, la vida le sonríe en el terreno del amor. También en el laboral. Su última colaboración, con una campaña solidaria hace un par de días en la capital.
Ahora, además, tendrá que ayudar a su hija a superar esa ruptura amorosa y a animarla a que se ponga en serio con esos estudios que, tanto para ella como para su padre, son lo primordial en la vida de Tana.
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