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Isabel Pantoja ha estado a punto de acabar con todo. Ha tenido que hacer frente a sus problemas con la justicia, la adicción de su hijo a las drogas y su economía que no está nada bien. Sin embargo, no quiere renunciar a su caché.
" Ella está muy mal. Tanto que a veces ha pensado en tomarse un bote de pastillas y acabar con todo", le cuentan al diario de 'La Razón' que publica una entrevista con los detalles escabrosos de la vida de Isabel Pantoja de la mano de una fuente muy cercana a la artista.
A su salida de la cárcel, la cantante se ha encerrado en la finca que ha estado a punto de salir a subasta. Se ha dedicado a cuidar de su madre y a superar, como puede, los problemas que le traen también sus hijos. Uno de los episodios más turbios es la adicción de Kiko Rivera a las drogas. El DJ lo confesó todo en 'GH Dúo' y ha recibido mucho apoyo tanto fuera como dentro de la casa.
Según cuentan en la entrevista, Isabel cubre los gastos hasta del piso de Madrid de Kiko Rivera. Chabelita se financia sola, pero no por ello le da menos disgustos. Ahora mismo la tonadillera paga 3275 euros para que Kiko pueda hacerse el curso de entrenador. Quien sabe, como dicen en 'Socialité' también, algún día puede que lo veamos entrenando al Betis o al Sevilla.
De momento él está dentro de la casa e intenta lidiar con permanecer intacto. Necesita estar en 'GH Dúo' para saldar todas sus deudas. Fue el motivo por el que entró en la casa, tanto él como su mujer, Irene Rosales.
Por su parte, Isabel renuncia al mundo de la música por no querer bajar el caché de sus actuaciones. La Pantoja se negó a bajar de los 100 000 euros y a renunciar a los 60 músicos con los que suele tocar. E intenta a toda costa que Kiko se aleje también de su faceta de la noche, que sólo le lleva a malos círculos para él y su problema.
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