Todo artista tiene una leyenda negra. Es más, si carece de ella, sospechen del artista. De cerca, ninguno somos normales, pero mucho menos normales son los artistas. Claro que lo sospechoso es que las leyendas negras de los triunfadores van a más o a menos en función de distintas variables; la principal, su relación con los medios. Pero no hablamos de su relación amistosa con los periodistas o reporteros, no, hablamos de su relación profesional con esos mismos medios. Recuerden a Paula Echevarría, sin ir más lejos, de acosada (aunque ella siempre ha sabido sobrellevar, al menos de puertas para fuera, la pesada carga de la fama) a diva querida y respetada. Es el milagro de un fichaje estrella. Claro que este viaje es de doble dirección.
El ‘caso Malú’ es el paradigma: de ‘coach’ de apabullante personalidad a villana grosera y borde con ambiciones de poder que la llevan a seducir a un líder político. De pronto, todos cuentan de Malú intimidades sobre su mala relación con los equipos, sus exigencias para acudir a programas, su antipatía natural… Cosas que antes callaban pero que ahora airean con una soltura que, francamente, asusta. Ni era tan buena cuando era ‘coach’ ni era tan mala cuando dejó de serlo. Hay tratos que parecen chantajes emocionales. O pura ‘vendetta’.
Alguien que deja su patria y a los 15 años se convierte en musa de una corriente cultural de su país de acogida y que, cuatro década después, sigue arrasando en los escenarios, merece ser tratada con algo más que respeto: con cuidado, porque a la mínima puede ponerte en tu sitio sin perder la sonrisa. Son muchos años, muchos éxitos, algún fracaso y, sobre todo, una sabiduría adquirida por lecturas y experiencias vitales que valen su peso en oro.
Alaska se sentó en el ‘Chester’ de Risto y esquivó el impertinente cuestionario con maestría: “De ahí viene tu vinculación con la derecha”, le espetó Risto (como si democracia fuera obligatorio para un artista pertenecer a un espectro ideológico en concreto), mientras ella se sorprendía, “Ah, porque trabajo con Federico (Jiménez Losantos)?”. A partir de ese momento, Alaska le dio un soberano repaso: “Aquí qué vamos entonces, a que nos gusten las personas que dicen las cosas con vehemencia cuando dicen lo que a nosotros nos gusta?”. Alaska no solo es una cantante y una invitada que siempre da juego, es también parte de la historia de la televisión en España: “La bola de cristal”, “Alaska y Segura”, “Alaska y Coronas” bastan para pedir que ‘el huracán mexicano’ vuelva a la pequeña pantalla.
Miki ya tiene videoclip. Y los demás 40 países de Eurovisión también. Ya están disponibles para los eurofans, que llevan haciendo apuestas desde el mismo momento en que salieron: Holanda parte como favorita, le siguen Italia y Grecia según los expertos y alguna encuesta. España sigue en un limbo hasta que no suene más la última versión de ‘La venda’, con menos aires de verbena de pueblo y más guiños a música urbana, con ‘parkour’ incluido. En TVE han fichado a todo un experto para la interpretación en el escenario de Tel Aviv: Fokas Evangelinos, director artístico consagrado en el concurso, que ha declarado que “hay 3 ingredientes que hacen triunfar en Eurovisión: un buen tema, un artista con talento y una buena puesta en escena, que tendrá fantasía color y explosión.”
La idea es que se cuente una historia con un grupo de bailarines y cantantes (entre ellos, Mikel Hennet, que ya participará en el Festival con el grupo D’Nash con el tema ‘I love you, mi vida’) que será, según el catalán, “una fiesta, grande, orgánica, llena de luz”. Miki no oculta que uno de sus grandes apoyos es Mamen Márquez, su profesora de técnica vocal en la Academia de ‘OT’, con quien ensaya para no perder la voz con tanto baile y tanta fiesta… A ver si este año hay suerte y España se lleva el triunfo.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?