de viaje oficial en Estados Unidos, el presidente de la Republica Checa, Andrej Babiš, y su mujer, Monika Babisova, visitaron la Casa Blanca hace unos días. Habría sido una foto oficial más del enésimo acto diplomático, si no hubiese sido porque las dos primeras damas parecían salidas del mismo molde: mismas melenas sueltas, mismos tacones de aguja y mismos abrigos ajustados a la cintura, Trump en color verde; Babisosa, en tono malva. Curiosamente, las similitudes entre ellas no terminan en su vocación fashionista: las dos se casaron con multimillonarios hombres de negocios mucho mayores que ellas que un buen día decidieron meterse en política. Como Trump, Andrej Babiš es un líder controvertido y conservador, al que la prensa local ha etiquetado de populista y que llegó a amasar la segunda fortuna del país –unos 4.000 millones de euros– después de construir un enorme imperio empresarial. Se conocieron cuando él era un poderoso magnate casado y con dos hijos y ella, 20 años más joven, era su secretaria. Aunque su relación comenzó en los años 90 y tienen dos hijos adolescentes en común, no se casaron hasta 2017, aunque ella llevaba años utilizando su apellido. «Ahora que Andrei está en política, he empezado a gastar más. Necesito tener ropa bonita. Gasto mucho, la verdad», confesaba hace unos años. En una de sus pocas entrevistas a los medios antes de convertirse en primera dama, Babisova se autodefinió como «madre, esposa y amiga» y confesó que de pequeña soñaba con ser «princesa y peluquera». También aclaraba que, pese a las admiradoras que tiene su marido, no era una mujer celosa. «Estoy orgullosa de él. Trato de tener el mejor aspecto posible, ser agradable y ser yo misma. Es como me conoce y creo que le gusta». Antes de que su marido llegara a la presidencia, Babisova se dedicaba a cuidar de sus hijos, pero también al interiorismo de los hoteles y restaurantes del imperio familiar. «No espero a que mi marido llegue a casa del trabajo. Soy independiente», reivindicó entonces. Ahora, acompaña al presidente en los viajes oficiales y ejerce labores de representación diplomática. Y está claro que Melania Trump es el espejo en el que le gusta mirarse. Solo hay que ver los elogios –y los emoticonos en forma de corazón– que Babisova le dedicó a su homólaga después de tomar el té juntas en uno de los salones de la Casa Blanca. «La guapísima señora Trump... Encantada de haberla visto de nuevo».
- La 'primera novia' de Austria
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?