El 'show' europeo de Peng Liyuan

Nunca antes en la historia de China, una primera dama había ejercido su papel institucional, pero desde que Xi Jinping llegó al poder en 2013, su mujer, Peng Liyuan, ha conseguido sublimar el arte del 'soft power' diplomático. Liyuan volvió a demostrarlo en la gira europea que el matrimonio realizó hace unos días con paradas en Italia, Francia y Mónaco.

En el principado llamó la atención la seriedad de la princesa (y 'first lady' monegasca) Charlene, vestida de negro riguroso, incluidas unas grandes gafas de sol, que apenas sonrió durante el recibimiento a la pareja presidencial. Y en París, los titulares los acaparó su homóloga Brigitte Macron, con la que Liyuan visitó la Ópera Garnier antes de compartir una cena de Estado en la que la primera dama francesa lució un vestido rojo con apliques metálicos, mangas abullonadas y una gran abertura en la pierna.

Y sin embargo, el dominio de la escena de Liyuan resultó apabullante. Clásica e impecable en todos sus 'looks', siempre con la sonrisa dispuesta, pero sin salirse ni un centímetro de lo que dicta el protocolo, es obvio que las tablas artísticas de Liyuan le han convertido en una primera dama infalible.

Pero si fuera de sus fronteras ya se ha convertido en una estrella, en China es un auténtico icono social. Su historia no es para menos. Se alistó en el ejército con 18 años y allí empezó a cantar para las tropas antes de convertirse en la cantante de música tradicional más importante del país. De hecho, antes de que Jinping llegara al poder, ella era mucho más famosa que su marido.

Ahora, los roles han cambiado, pero su dinámica personal sigue inalterable. "Cuando llega a casa, yo no veo al líder. A mis ojos, él solo es mi marido. Y cuando llego yo, él no ve a la estrella, sino simplemente a su mujer", ha contado en una entrevista.

Casados desde 1987, su historia de amor ha alcanzando la categoría de leyenda en China, donde ha inspirado canciones y donde, a menudo, se les pone como ejemplo de pareja modélica y bienvenida. Desde que se convirtió en primera dama, Peng ya no canta en público ni da recitales. Ahora, el suyo es otro tipo de show.

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