Ha salido del psiquiátrico con las fuerzas renovadas y dispuesta a hacer frente a todo lo que se ha dicho y urdido a sus espaldas mientras estaba ingresada. Britney Spears no está dispuesta a tolerar ni una sola mentira y, tampoco, ni una deslealtad. En este último grupo se encuadra su exrepresentante, Sam Lutfi.

Britney ha presentado una demanda, a la que ha adjuntado los documentos y pruebas necesarios, contra él para que la justicia de Los Ángeles emita una orden de alejamiento contra este hombre. El motivo, que la cantante sostiene que Sam ha sido el encargado de hacer circular informaciones falsas sobre ella y su familia durante esas tres semanas que permaneció interna para ordenar su cabeza.

Este fue quien inició en las redes sociales el movimiento bajo el 'hashtag' #FreeBritney, asegurando que la diva del pop se encontraba encerrada en contra de su voluntad, y cargando las culpas contra la familia de Spears. Así que, ha tomado la determinación de desterrarlo de su vida y pedir a la Justicia que le eche una mano.

Además, la defensa de Spears asegura que Lutfi envió un mensaje de texto hace unos días a la madre de la cantante reprochándole que no se hubiera convertido en su tutora legal en las horas bajas de esta para poder administrar su dinero y si vida.

Speas ya avisó con una publicación en Instagram a su salida del hospital que iría contra todos aquellos que mancharan su imagen. Lo va a hacer. Queda demostrado.

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